
Por increíble que parezca, la Smalltoe, con sus reducidísimas dimensiones y su motor de coche de radiocontrol, es capaz de mover a una persona de talla adulta. A poca velocidad y reducida distancia, pero puede. De todo tiene que haber en este mundo.
Hay gente que lleva en la sangre aquello de los récords. Que se lo digan al sueco Tom Wiberg, que hace ya unos cuantos años se propuso fabricar la moto más grande del mundo, a la que denominaría 'Big Toe' a partir de un gigantesco chasis creado ad hoc y un motor V12 procedente de un Jaguar E-Type. El logro no duró mucho tiempo, ya que después llegaría la Leonhardt Gunbus 410 a arrebatarle el título, como contó Ecomotor hace ya algunos meses.
Pero lo más sorprendente es que el señor Wiberg, no contento con haber entrado en el libro Guinness de los Récords por su enorme moto, decidió repetir experiencia pero desde el extremo opuesto, es decir, creando la moto más pequeña del mundo. Así que se puso manos a la obra hasta que finalmente tuvo lista su pequeña Smalltoe.
¿Y cómo es esta mini moto? Sencillamente, minúscula. Aquí van algunos datos: cabe en la palma de una mano, pesa 1,1 kilos, sus ruedas tienen un diámetro de 1,5 y 2 centímetros, la distancia entre ejes apenas llega a los 8 centímetros, el asiento está separado del suelo por unos escasos 6 centímetros... ¡Pero puede transportar a una persona de carne y hueso!
El porqué reside en unas plataformas metálicas específicas que se acoplan a la moto para poder poner los pies y, con mucho equilibrio, empezar a rodar. El motor al que recurre es derivado de un coche de radiocontrol, tiene 10 cc y rinde una potencia de 0,3 CV, lo justo para mover a una persona a 2 km/h, al menos durante una distancia de 11 metros, que es la longitud que ha quedado registrada en el libro Guinness.