La clásica escena veraniega de agobio al entrar en un coche que lleva varias horas al sol podría tener su fin de prosperar una nueva pintura que evita que los objetos que recubra se calienten al sol. Un truco para enfriar rápidamente el coche sin encender el aire acondicionado.
Ideada por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, se diferencia del resto de pinturas en que, en lugar de estar basada en compuesto acrílicos o poliuteranos, está hecha a partir de silicatos cristalizados extraídos de una variante más resistente del silicato de potasio, según explica Gizmodo.
El color blanco de esta pintura refleja todo el espectro de luz visible, pero un metal de este color sigue calentándose bajo el sol. En cambio, la cobertura cristalina creada por Jason J. Benkoski y su equipo refleja toda la luz solar y repele de forma pasiva el calor, manteniendo cualquier objeto a temperatura ambiente o, incluso, por debajo de ella.
Benkoski ya ha presentado su nueva pintura ante la Asociación Americana de Química, pero deberá pasar numerosas pruebas antes de que pueda llegar a ser un producto comercial. Por supuesto, de salir adelante, son múltiples sus usos potenciales (pintura para techos, embarcaciones o objetos infantiles), pero es inevitable pensar que, sin duda, una de las que conllevaría beneficios para más gente es la de pintura para coches que no se sobrecalentasen tanto durante los períodos de mayores temperaturas en verano.
Por si fuera poco, además de repeler el calor, esta pintura pionera también es, según sus responsables, resistente al agua, no amarillea y es elástica, por lo que no se cuartea ante la dilatación o contracción de los materiales.
El coche que brilla en la oscuridad