
Volvo Car Group ha comprado el fabricante sueco de coches deportivos y de competición Polestar para que se encargue de diseñar y producir los modelos de Volvo más radicales y desafiar así el liderazgo en este segmento de las divisiones AMG de Mercedes-Benz y M de BMW.
Volvo ya comercializa algunos modelos con la firma de Polestar, como el V60 o el S60, gracias a un acuerdo de cooperación firmado en 2013. Pero ahora la firma de origen sueco ha "decidido llevar esta experiencia a más conductores de Volvo, poniendo todos los recursos detrás del desarrollo de Polestar," explica el presidente ejecutivo Hakan Samuelsson en un comunicado.
Volvo sigue de esta forma a rivales como BMW y Mercedes-Benz en la oferta de versiones más deportivas de sus modelos de serie. Cinco años después de haber sido comprado por el grupo chino Zhejiang Geely Holding, el fabricante de automóviles sueco está revisando su línea de productos con el objetivo de impulsar sus ventas anuales globales desde los 500.000 coches que espera vender este año a 800.000 vehículos a finales de la década.
Volvo no dio a conocer los detalles financieros del acuerdo, aunque se sabe que la compra no incluye la división de carreras de Polestar, que también colabora con Volvo pero quedará controlada por el propietario y CEO Christian Dahl.