Las vacaciones de verano se acercan y con ello el consumo de gasolina. Es ahora cuando comienzan las guerras por el precio, donde los consumidores miran cada céntimo del gasto que hacen y donde las empresas miran vender el máximo posible.
Por su parte las petroleras españolas se niegan a seguir perdiendo una cuota de mercado que ya ha descendido un 6% durante la crisis. Para evitar esto, se han puesto en marcha diversos mecanismos para mantener la fidelidad o ganar nuevos clientes, como las tarjetas de puntos, de descuentos o de regalos.
No obstante, la demanda de gasolina ha bajado un 25% pero, a pesar de esto, se siguen abriendo mas estaciones de servicio, como low cost, supermercados o cooperativas que intentan sacar provecho a este negocio del siglo XXI.