Motor

Los siete mandamientos de la industria automovilística del futuro

La industria del automóvil se encuentra en pleno proceso de cambio y consolidación. Un hecho que ya comenzó durante la crisis financiera de 2008 y que obligó a pesos pesados como General Motors, Ford y la hoy conocida como Fiat Chrysler a someterse a un profundo proceso de cambio. "En estos momentos, el sector automovilístico debe acogerse al cambio tecnológico porque este cambio es más urgente que en el pasado", estima Kota Yuzawa, analista de Goldman Sachs.

El banco ha elaborado un amplio informe sobre los factores que impactarán en el mundo de los coches durante la próxima década y que acabarán con los convencionalismos que han marcado los últimos tiempos. "Las innovaciones aumentan brindando al mercado nuevas oportunidades pero también nuevos retos", asegura el informe.

Entre coches con frenos inteligentes, que son capaces de percebir objetos, o que están compuestos de nuevos materiales mucho más ligeros, como la fibra de carbono, Goldman a elaborado una lista con las megatendencias que deberían seguir las distintas compañías que quieran sobrevivir a los cambios que se aproximan. 

En primer lugar es importante tener en cuenta qué tipo de energía consumirán los coches en los próximos 10 años. Para los expertos de Goldman, los coches eléctricos dominarán el 25 por ciento de las ventas globales de vehículos en 2025. Al mismo tiempo, los automóviles se pondrán a dieta. 

En este sentido se proyecta que los coches pesarán 50 kilos menos, lo que recortará la emisión de carbono en un gramo por kilómetro. Es aquí donde los nuevo materiales como la fibra de carbono juegan un papel esencial. En tercer lugar, no debemos perder de vista la probabilidad de que los coches puedan navegar de forma autónoma y automática. Google ya proyecta que para 2017 alcanzará un nivel 4 de automatización para los vehículos que alimente con sus sistemas, lo que "podría cambiar completamente a la sociedad", según apuntan los expertos del banco estadounidense.

Por otro lado, los mega-proveedores ganarán mucho más peso dado que las regulación de emisión de CO2 costará alrededor de 2.500 dólares por vehículo a las automovilísticas, por lo que la presencia de los grandes proveedores seguirá expandiéndose y siendo mucho más importante.

En quinto lugar, el hecho de que la automoción llegue a ser autónoma y la importancia de los vehículos eléctricos abre nuevas fuentes de entrada al negocio de la automoción. De ahí, que los rumores apunten que tecnológicas, como Apple, preparan su salto al negocio. Con el derrumbe de las barreras de entrada al mercado, la industria podría sufrir una verdadera transformación. 

Tampoco debemos pasar por alto la interconectividad y la movilidad de los propios vehículos, que gracias a las innovaciones tecnológicas permitirán que fabricantes, usuarios, aseguradoras o compañías de alquiler, entre otros participantes, cuenten con información en tiempo real, facilitando así tanto la navegación como el uso de servicios. 

Por último, indican desde Goldman, en los próximos 10 años experimentaremos una "motorización" de los mercados emergentes, donde China contará con un total de 35 millones de vehículos y la India más de 7,4 millones de coches.

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