
Todo el que pase por Paradise Valley, en Arizona (EEUU), será vigilado mientras conduzca por sus carreteras gracias al ingenioso invento puesto en marcha por la policía local consistente en cámaras que leen matrículas de coches camufladas bajo la forma de un cactus.
Aprovechando la mímesis que ofrece con este tipo de plantas tan propias del desierto de la zona (aunque estos no disponen de los característicos brazos), las autoridades de esta localidad, próxima a la ciudad de Phoenix, han instalado cámaras integradas en falsos cactus con el objetivo de localizar vehículos robados, tal y como ha informado la emisora local Fox 10.
Las cámaras están diseñadas para leer las matrículas y los datos obtenidos son comparados con una base de datos de vehículos robados y utilizados para alertar a la policía cuando se detecta una coincidencia.
Las mismas cámaras, ya habían sido instaladas en los semáforos alrededor de Paradise Valley. De hecho, el Departamento de Policía de Paradise Valley emitió un comunicado de prensa el pasado 2 de mayo anunciando el primer éxito del sistema de reconocimiento de matrícula tras recuperar un coche robado, aunque no lograron arrestar al conductor. Al parecer, las cámaras ocultas en falsos cactus serán una extensión de este sistema.
Por su puesto, no han tardado en surgir las críticas de aquellos preocupados por el respeto a la vida privada y los conductores que rechazan otras tecnologías de control de tráfico. Pero el administrador de la ciudad, Kevin Burke, asegura que el disfraz de cactus no es más que un intento de hacer que las cámaras parezcan más atractivas.
Paradise Valley proclama con orgullo haber sido "el primer departamento de policía en la nación en instituir un programa de seguridad en el tráfico utilizando dispositivos de medición de velocidad, junto con la fotografía fija y los ordenadores para hacer cumplir las leyes de velocidad".