Ese gigantesco desván de recuerdos a la venta que es eBay nos sorprende con una subasta realmente peculiar: el del último 'bus cinema' que llevó el séptimo arte a la Gran Bretaña profunda en los años sesenta.
Estamos ante una pieza realmente atractiva por su contexto social e histórico y también, indudablemente, por su belleza. Se trata de un Bedford SB3 modificado para acoger nada menos que una sala de cine, en una iniciativa del Ministerio de Tecnología británico en 1967, que encargó siete de estos vehículos para promocionar las bondades de las nuevas tecnologías en la industria británica hasta los 'villages' más perdidos del imperio.
En 1974 el Gobierno dio por cerrado el programa y vendió los siete autobuses-cinema, de tal forma que hasta la fecha solo ha sobrevivido uno, que tras permanecer en el dique seco durante tres décadas fue adquirido por 1.200 libras por Oliver Halls, un entusiasta de los automóviles clásicos. Junto a un grupo de amigos, Halls se embarcó en el proyecto de restaurar el decrépito Bedford, al que hubo que cambiar el motor como la caja de cambios (que había sido robada), además de sustituir el obsoleto sistema cinematográfico con proyector de 35 milímetros (que todavía se conserva en el techo de cristal que corona la cabina) por un moderno sistema de proyección de vídeo con sonido 7.1 en la cabina de 22 butacas, que además ha sido aislada contra el ruido exterior y convenientemente climatizada con frío/calor según la época del año.
Una vez restaurada, y tras un nuevo periplo de cinco años por la izquierda de las carreteras británicas, el vehículo sale ahora a la venta, incluido el remolque original (sin restaurar) y todos los derechos sobre el negocio del 'cinema móvil', incluida su página web, a partir de 120.000 libras (unos 168.000 euros al cambio actual). Un negocio de cine, como podemos ver.