La sexta generación del BMW Serie 7 está levantando mucha expectación incluso antes de su llegada al mercado. Y gran parte de ella se debe a los avanzadísimos sistemas que la equipan, algunos de ellos inéditos en el mundo del automóvil.
Ya conocemos, incluso en coches de tamaño compacto, los sistemas de aparcamiento automático, que liberan al conductor de las maniobras básicas de encontrar una plaza libre y de estacionar el vehículo a base de retroceder, avanzar o volantear.
Cuando llegue a los concesionarios europeos, algo que se producirá a finales de este mismo año, el BMW Serie 7 dará un paso más en cuanto al aparcamiento automático, ya que no necesitará que su conductor se encuentre a bordo para realizarlo. En un principio, este sistema sólo servirá para los aparcamientos domésticos en garajes de casas unifamiliares. El propietario, después de llegar a su casa, podrá bajarse del coche en la puerta de su casa y, tras recibir una señal del mando a distancia, él mismo se introducirá en la plaza asignada previamente del garaje.
Con estas nuevas funciones, BMW se acerca cada vez más a la conducción autónoma, posible ya en cuanto a la tecnología desarrollada, pero que todavía presenta muchos problemas de aplicación, la mayoría legales.
El nuevo y supertecnológico Serie 7 llegará, además de con este sistema de aparcamiento autónomo, con el frenado automático de emergencia y un control de velocidad inteligente como equipamientos de serie.
¿Sabemos aparcar los españoles?