
La compra de un automóvil es una inversión importante -la segunda, después de la vivienda- a la que debemos intentar sacar el máximo rendimiento. Para ello, podemos planificar su reventa para efectuarla en el mejor momento y las mejores condiciones. Así podremos recuperar el máximo valor sobre nuestra inversión inicial. Vamos a ver algunas consideraciones y consejos que nos ayudarán a ello.
1.- Tener en cuenta de que, dependiendo del tipo, marca y características de vehículo, su depreciación es muy variable. Durante el primer año el valor del vehículo usado puede reducirse del 15 hasta el 30 por ciento. A partir del segundo, la caída del precio sobre coche usado suele ir bajando un 10 por ciento al año. Si queremos recuperar el máximo de nuestra inversión en la venta, tendremos que tener en cuenta el valor residual de nuestro coche en concreto cuando lo compremos nuevo.
2.- Por lo anteriormente expuesto, la rápida depreciación inicial, no es aconsejable el precipitarse en la venta de nuestro automóvil. Lo mejor es recurrir a tasaciones profesionales de organismos o empresas de compra-venta para informarnos del valor puntual de nuestro vehículo según su fecha de matriculación. Los mejores precios se consiguen en el plazo entre dos y cuatro años de uso.
3.- Si el tiempo es un factor determinante en la depreciación, el kilometraje es el otro dato decisivo a la hora de tasar el coche usado. En España la crisis ha reducido considerablemente -más de un 20 por ciento- el kilometraje medio de los vehículos. En este momento se sitúa alrededor de los 10.000 kilómetros anuales. Esto nos da un plazo teórico máximo de 7 años -70.000 kilómetros- para revender bien nuestro automóvil. A partir de este umbral, el coste de mantenimiento se eleva considerablemente por la obligada sustitución de importantes piezas de desgaste.
4.- Si traspasamos este kilometraje idóneo para revender nuestro automóvil, hay que tener muy en cuenta la motorización de nuestro automóvil. A partir de los 120.000 kilómetros el valor de un coche de gasolina se reduce considerablemente, algo que ocurre a los 150.000 kilómetros en el caso de los Diesel.
5.- La temporalidad será también algo a tener en cuenta para anunciar la venta de nuestro vehículo. Los coches se venden mejor en la estación primaveral, entre marzo y julio, que es cuando aumentan estadísticamente las intenciones de compra.
6.- Valorar el realizar la venta de nuestro coche usado directamente entre particulares, lo que nos puede reportar entre un 15 y un 20 por ciento más de beneficio, o confiarlo en depósito a un profesional que se encargue de su venta. En muchos casos la segunda opción es rentable en cuanto al tiempo invertido en la búsqueda de comprador y la venta en sí.
7.- Si nuestro vehículo tiene más de diez años, tener muy en cuenta las ayudas oficiales del gobierno para su achatarramiento -PIVE- que se suelen sumar a los incentivos de los propios fabricantes para la adquisición de un vehículo nuevo. Es la mejor forma de sacar el máximo rendimiento a coches ya muy viejos.
8.- tener en cuenta el tipo de vehículo y la zona geográfica donde vayamos a venderlo. Por ejemplo será más rápida la venta si anunciamos un todo terreno en zonas rurales, un descapotable en el litoral y un coche familiar o urbano en una gran ciudad.
9.- El estado del vehículo será primordial a la hora de acordar un precio. Ruedas, frenos, dirección, tapicerías, etc. son puntos clave a la hora de poner en valor el vehículo ante un posible comprador. El aspecto exterior, interior y de la mecánica es fundamental para conseguir un buen precio.
10.- Otro factor en cuenta en cuanto a la depreciación es el ciclo comercial del modelo en cuestión. Ganaremos más en la reventa con un coche en producción que con otro que ya no se fabrique o que vaya a ser sustituido en breve.