Hace tiempo que los coches infantiles ya no son a pedales. El motor eléctrico llegó al segmento de coches de juguete antes que a los "de verdad". Segmento en el que también hay categorías y existen auténticos supercars como el que hoy nos ocupa.
Se trata de un avanzadísimo y lujoso coche de juguete fabricado por la compañía coreana Henes. Perteneciente al modelo Broon F8, la versión F870 sería el equivalente de un Ferrari para los conductores más pequeños.
En el Broon básico, el coche dispone de un motor de 12 V, transmisión a las ruedas traseras, acelerador, freno y no está dotado de suspensión.
Programas de conducción
Pero la cosa cambia en el F870, pues según la ficha técnica el motor sube de potencia hasta los 24 V, dispone de frenos de disco, su chasis monta suspensión independiente a las cuatro ruedas con amortiguadores hidráulicos y la transmisión puede ser integral. Un selector permite incluso elegir entre cinco velocidades diferentes y entre tres modos distintos de conducción según el "nivel" del conductor. En cuanto a las prestaciones, la velocidad máxima es de 15 kilómetros por hora. En fin, tiene todo lo necesario para convertir el pasillo de casa en un circuito de carreras.
El interior del Broon F870 está a la altura del resto de este sofisticado deportivo de juguete. El asiento tipo bacquet, tapizado en cuero, dispone de un arnés de seguridad con cuatro anclajes. Y el piloto dispone de una tablet de 7 pulgadas y de un sistema integrado de entretenimiento.
La tranquilidad de los progenitores tampoco ha sido olvidada en el equipo de serie, ya que dispone de un sistema de Bluetooth 4.0 para el control remoto del bólido.
Todavía la firma coreana no ha publicado el precio, pero los padres que quieran regalarle un Broon F870 a su retoño deberán ir preparándose a extender un oneroso cheque de cuatro cifras.