El Ayuntamiento de Madrid ha intensificado la labor de control del Servicio de Estacionamiento Regulado mediante la puesta en marcha de cinco coches con cámaras, que recorren la capital en busca de vehículos sin el correspondiente tique para que no escapen sin la prevista sanción.
Dos de esos automóviles de control circulan por la mitad noereste de la ciudad (de Fuencarral a Moncloa y Chamberí), mientras que los otros tres lo hacen por la mitad suroeste (de Moncloa y Chamberí a Villaverde y Carabanchel), aunque si esta prueba piloto funciona bien estaría previsto el incremento de su número en los próximos meses, según ha informado El País.
Su mecanismo en el siguiente: los coches patrulla disponen de cámaras que escanean las matrículas a su paso por las zonas verde y azul de la capital y envía la información a un sistema informático centralizado; en caso de no detectar el pago de la tarifa correspondiente, alarma al conductor del vehículo y también al empleado controlador 'de calle' del SER a través de una tableta, por si la infracción se debiera a que el conductor aún está pagando por el tique.
Los parquímetros inteligentes
De este modo, el Ayuntamiento apoya este despliegue sobre el argumento de "ayudar a los controladores", lo cual es posible gracias a la introducción el pasado año de los nuevos parquímetros 'inteligentes', que tanto caos han sembrado para muchos conductores que circulan por el centro de Madrid.
Dichos parquímetros solicitan la matrícula del coche estacionado, dado que la tarifa que debe abonarse está en función de la antigüedad y el nivel de contaminación del vehículo en cuestión, así como de la ocupación de la zona. Los datos son registrados y almacenados por el sistema informático centralizado.
El objetivo de los parquímetros inteligentes del SER, que se basan en los pilares de "flexibilidad, agilidad y sostenibilidad", es, según defendió siempre el Ayuntamiento, reducir el tráfico rodado de vehículos particulares en la almendra central y fomentar el uso del transporte público, con el fin de minimizar los problemas de circulación y los efectos contaminantes del parque móvil para mejorar el aire de la capital.