
Pese a que el aún incipiente desarrollo de coches eléctricos no termina de convencer al público general, existe una serie de fabricantes que están empeñados en demostrar que un vehículo movido por electricidad puede ofrecer rendimientos tan o más potentes que los de sus homólogos con motor de combustión.
Y así asistimos a la eclosión de una primera generación de superdeportivos de altas prestaciones que ya no funcionan con gasolina, sino con energía eléctrica. Y, efectivamente, la mayoría de ellos entregan prestaciones dignas del segmento, pero con las bondades de la movilidad con cero emisiones.
Tal es el caso, por ejemplo, del alas de gaviota eléctrico. El pasado año, Mercedes-Benz lanzaba su SLS AMG Coupé Electric Drive con nada menos que 750 CV, primera versión eléctrica de su mítico deportivo que en nada desmerece a las característica de éste.
Y es que, en contra de lo que cabía pensar en un principio, por cuanto arriesgaban su reputación, las marcas de lujo están apostando fuerte por los automóviles eléctricos: además de Mercedes, también otros como BMW, Lexus o Audi, junto a firmas nacidas ya con vocación galvánica, ya han demostrado su músculo eléctrico, aprovechando las también ventajas mecánicas que ofrecen las baterías, como un mayor par motor a bajas revoluciones.
Mercedes-Benz SLS AMG Coupé Electric Drive
Pese a que es del orden de 400 kilos más pesado que el 'alas de gaviota' estándar, al tener un centro de gravedad muy bajo por la disposición de sus baterías en H, esta versión eléctrica se comporta a un nivel que nada tiene que envidiar al del SLS AMG Coupé. Con una autonomía de alrededor de 250 kilómetros, sus dos grandes inconvenientes son las tres horas que tarda en ser recargado y los más de 434.000 euros que cuesta.
BMW i8
Aunque no es un eléctrico puro, sino híbrido enchufable (combina un motor eléctrico con uno de gasolina), el i8, previsto para 2014, aspira a convertirse en el buque insignia de la aún nonata submarca 'i', bajo la cual BMW agrupará a sus modelos eléctricos en el corto plazo. En principio, entregará 354 CV para alcanzar hasta 250 km/h con un consumo medio que cae hasta los tres litros, cifra impensable para un supercoche hasta hace unos años. La autonomía en este caso, pues, no será un problema, pero no se puede decir lo mismo de su precio: se espera que cueste entre 120.000 y 150.000 euros.
Audi R8 e-tron
El por muchos deseado Audi R8 tiene ya versión eléctrica... Pero no en el mercado. Aunque el lanzamiento estaba previsto para finales de 2012, su comercialización ha sido pospuesta por la firma de los cuatro aros con la llegada de Wolfgang Durheimer a la 'vanguardia de la tecnología'. Hasta donde se conoce, ofrece una potencia de 381 CV, pero su autonomía se queda en poco más de 200 km, unas discretas prestaciones en comparación con el 'alas de gaviota'...
Tesla Model S
Pionera en el segmento de coches eléctricos de lujo, Tesla ha logrado colocar a su segundo modelo de producción entre lo mejor y más deseado de la competencia. El Model S es una deportiva berlina que ofrece distintas gamas de prestaciones, con autonomías y potencias que oscilan entre los 260 km y 235 CV de su versión base y los 430 km y 420 CV de su tope de gama. ¿Los precios? Muy poco asumibles, varían entre 72.000 y más de 100.000 euros.
Fisker Karma
También nacido de una start-up en busca de conquistar el terreno de la movilidad eléctrica, el problemático Fisker Karma es la competencia más directa del Tesla Model S. Pero como el BMW i8, tampoco esta berlina es eléctrica pura, sino híbrida enchufable, cuya mecánica se compone de un turbo de gasolina y dos motores eléctricos que entregan una potencia conjunta de 403 CV. El Karma apenas ofrece 80 km de autonomía en modo eléctrico y su precio ronda los 100.000 euros. Sus muchos problemas económicos amenazan seriamente la supervivencia de Fisker y de su gama eléctrica.
Otros supercoches eléctricos más excéntricos
Además de estos fabricantes dirigidos a un público general, existen también algunos fabricantes que se dedican a diseñar lujosos y poderosos superdeportivos eléctricos destinados a clientes que buscan más exclusividad o a proyectos de desarrollo tecnológico.
Tal es el caso, por ejemplo, del Concept One de la empresa croata Rimac Automobili, que con su motor eléctrico de 1.088 CV es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos y alcanzar hasta 305 km/h. Tal es el grado de refinamiento y deportividad exclusivos alcanzado por este coche que su fabricante confía incluso en poder llegar a competir con los gigantes Ferrari o Lamborghini.
Pero hay casos más excéntricos como los de el Volar-e, que podría ser calificado como el Bugatti Veyron de los coches eléctricos por sus 1.000 CV de potencia que le empujan de 0 a 100 km/h en apenas 3,5 segundos.