Pese a las buenas noticias que constituye la última oleada de inversiones por parte de fabricantes extranjeros, como la referida hoy por Citroën, el sector de la automoción española no debe descuidar la amenaza que supone el riesgo de que parte del tejido empresarial presente en el país se deslocalice a países que ofrecen mayores fortalezas en oportunidad de negocio.
Así lo advierte la última edición del Informe Global sobre Automoción que publica anualmente la consultora multinacional KPMG, en el que se alerta de los riesgos que se desprenden de la consideración por parte del sector de la importancia de nuevas regiones como grandes centros de producción.
Nada menos que un 86% de los fabricantes mundiales consultados por KPMG prevén que los grandes países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) se conviertan en años venideros en grandes núcleos de producción próximos, además, a los mayores mercados occidentales.
Una amenaza que no sólo reside en estos cuatro gigantes, ya que los grandes agentes del sector también esperan que México se convierta en un gran centro de producción para el mercado americano y confían en una Europa del Este fuerte en el mismo eslabón de la cadena de valor.
De este modo, tal y como advierte Francisco Roger, socio responsable del Sector Automoción de KPMG en España, los recientes anuncios de grandes inversiones realizados por compañías como Ford, Renault o Iveco, no deberían llevar al resto del sector a confiarse y a dejarse llevar por esa mayor competitividad española que proclama el ministro de Industria José Manuel Soria, fundamentada, según sus propias palabras ayer a TVE, en unos menores costes unitarios en el proceso de producción.
La apuesta por la movilidad eléctrica seguirá sin ser firme
Por otro lado, el citado informe también recoge que los fabricantes de automóviles volverán a invertir mayoritariamente en vehículos de gasolina hasta 2018, por delante las inversiones en híbridos enchufables. La persistente incertidumbre que rodea a las tecnologías de electromovilidad, así como las nuevas tendencias (globalización, rápida urbanización y cambios en la actitud del consumidor), son las fuerzas clave que, según las predicciones, provocarán un gran cambio en el panorama de la automoción durante los próximos cinco años.
El 29 % de los responsables de empresas fabricantes de equipos originales y proveedores afirma que va a invertir en simplificar y optimizar la tecnología de los motores tradicionales y, en concreto, los fabricantes de equipos originales y proveedores de China y Brasil también vislumbran nuevas oportunidades para optimizar estos motores, de forma que el 40 % en China y el 37 % en Brasil están invirtiendo en la tecnología tradicional.
Alrededor de la mitad de los encuestados afirma que la optimización de la combustión interna constituirá el mayor potencial para lograr motores limpios y eficientes en los próximos 6 a 10 años.
La tecnología para los híbridos enchufables será objeto de inversión para el 24 % de los fabricantes de equipos originales y proveedores encuestados, y solo un 8 %, aproximadamente, declara su intención de invertir en tecnologías exclusivamente alimentadas mediante baterías.
El 36 % de los encuestados espera que la demanda del consumidor por vehículos híbridos enchufables repunte a lo largo de los próximos cinco años, seguidos por los híbridos no enchufables (20 %), que ocupaban el primer puesto en la encuesta de 2012. A una distancia considerable, ocupan el quinto lugar, se sitúan los vehículos propulsados exclusivamente mediante baterías eléctricas (11 %).