
Los países de la Unión Europea (UE) han decidido autorizar la apertura de negociaciones para un acuerdo de libre comercio con Japón, según informó la Presidencia de turno chipriota. Esta decisión supone desoír las reticencias de Estados miembros como Francia o Alemania, que temen que dicho acuerdo deteriore industrias locales como la ya mermada del automóvil.
Los responsables de Comercio de los Veintisiete, reunidos en Bruselas, dieron su consentimiento para que próximamente la Comisión Europea (CE) comience el proceso en su nombre. Hasta ahora, varios Estados miembros se habían mostrado reticentes a avanzar hacia un acuerdo de libre cambio con Tokio por ciertas barreras comerciales que mantiene el país asiático y por el posible impacto en ciertos sectores industriales europeos.
Los temores de Francia o Alemania
En concreto, lo que más preocupaba a los Estados miembros son obstáculos comerciales que impone Japón en sectores clave como el del automóvil, y el mantenimiento de barreras no arancelarias que suelen tomar la forma de ventajas reguladoras para las empresas locales. Según fuentes comunitarias, entre los países más escépticos figuraban Alemania y Francia, que habrían solicitado salvaguardas para proteger a la industria comunitaria del automóvil en caso de un eventual acuerdo y que la Comisión haga una evaluación anual sobre los progresos de Tokio para eliminar las barreras no arancelarias.
Esas dudas han hecho que los Veintisiete hayan necesitado cuatro años para dar luz verde a las negociaciones desde que Tokio planteó la posibilidad de estudiar un acuerdo.
Según la CE, el acuerdo podría aumentar el producto interior bruto (PIB) europeo en un punto porcentual, y aumentar en un tercio sus exportaciones a Japón. En términos de empleo, el pacto de libre cambio tiene potencial para generar 400.000 nuevos puestos de trabajo en la UE, según Bruselas.