
La singularidad del Toyota Prius está fuera de toda duda, pero ahora un revelador dato lo señala como uno de los coches más exclusivos del mercado. Hasta tal punto que, de tan exclusivo que es, resulta poco atractivo para los ladrones.
Según un informe de la Agencia Nacional de Seguridad contra el Crimen estadounidense (NICB, por sus siglas en inglés), sólo uno de cada 606 de estos coches híbridos japoneses han sido robados en Estados Unidos hasta el pasado mes de junio. Esta optimista tasa de robo contrasta, por ejemplo, con la de 1 de cada 78 unidades en circulación que, de media, son sustraídas del resto de modelos del mercado.
La razón de este rechazo de los ladrones hacia el Prius la diagnostica el director de la Asociación Internacional de Investigadores de Robos de Coche (IIATI, por su acrónimo en inglés): "Se trata de un modelo único, sus componentes no sirven a ningún otro que no sea un Prius", explica John Abounader. "Si conduces un Toyota Camry, por ejemplo, el motor podría funcionar en cualquier otro coche. En un Prius, sin embargo, la mecánica es muy diferente por su carácter de híbrido".
Poca demanda de su tecnología en el mercado negro
A quienes se dedican a robar vehículos para comerciar con sus componentes no les interesa, por tanto, centrar su actividad en los vehículos híbridos, sino que prefieren optar por concentrarse en el robo de vehículos de combustión tradicionales; por ejemplo, otro japonés, el Honda Accord, que según la NICB fue el modelo del que más unidades se sustrajeron el pasado año, seguido por el Civic.
"Cabe pensar que los ladrones de automóviles van a robar algo de lo que, en general, hay una gran demanda en el mercado de componentes", considera Frank Scafidi, portavoz de la NICB. Las piezas de Honda o Nissan "son mucho más valiosas porque las propietarios de estos coches tienden a mantenerlos durante mucho tiempo".
Precisamente por ello, la privilegiada situación del Toyota Prius, cuya tasa de recuperación tras robo se sitúa en un notable 96,7%, es sólo circunstancial y temporal. "A medida que más y más de ellos empiecen a circular en la carretera, si sus ventas realmente empiezan a despegar cada vez más, podremos ver esos números más en línea con lo que nos estamos encontrando con el resto de los vehículos" concluye Scafidi.