Las buenas intenciones anunciadas por Renault el lunes por la tarde, tras un consejo de administración extraordinario, no han bastado para apaciguar las críticas sobre la mala gestión del supuesto caso de espionaje. El presidente de la patronal Medef, Laurence Parisot, considera que las decisiones tomadas no "son suficientes" para aclarar "lo sucedido".
Los sindicatos, por su parte, habrían preferido una investigación más exhaustiva por parte del presidente de la alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn. "La exclusión de ciertos dirigentes, a excepción de Carlos Ghosn, eximido de cualquier responsabilidad según los dos informes de la auditoría, no va a cambiar nada si no se produce una refundición estructural de la función y el papel de la dirección de la empresa a todos los niveles", ha advertido el sindicato CGT Renault en un comunicado. Los inversores han castigado los títulos con una bajada del 3 por ciento. En una entrevista exclusiva para Les Echos, Ghosn responde a las críticas y recuerda las posibles evoluciones de la alianza Renault-Nissan.
¿Por qué aceptó el lunes la dimisión de Patrick Pélata, director general de Renault, después de rechazarla a mediados de marzo?
Durante el consejo de administración del 14 de marzo, él decidió organizar una doble auditoría, interna y externa, antes de extraer conclusiones. Después, el comité de cuentas y auditorías redactó y presentó los informes al consejo de administración. Teniendo en cuenta las disfunciones operativas que salieron a la luz, Patrick Pélata se sintió responsable y consideró necesario pedirme el relevo de sus funciones. Esta vez, acepté. Es el desenlace lógico de un proceso iniciado a mediados de marzo del que había que asumir todas las consecuencias.
¿Cuál es la primera lección que extrae de este asunto?
Ha quedado patente que un fabricante automovilístico como Renault no puede centrar toda su atención y energía únicamente en su oficio principal. Las funciones de ingeniería, planificación y diseño son esenciales, sin duda, pero las funciones de apoyo, seguridad, recursos humanos, jurídico e informática, también. Marie-Françoise Damesin, directora de Recursos Humanos, entrará en el comité ejecutivo. Y Mouna Sepehri, que trabajaba a mi lado en la alianza, ha sido nombrada directora delegada de Presidencia de Renault. Salvo las funciones de control y auditoría, se encargará de todas las funciones de apoyo, incluida la dirección jurídica. Menos disgregadas, las funciones de apoyo se van a respetar mejor en la empresa
¿Patrick Pélata no es un mero chivo expiatorio?
Patrick Pélata abandonará su puesto en Renault después de un periodo de transición, pero seguirá activo en la alianza Renault-Nissan. Es un directivo de grandísima calidad, que me ha acompañado a lo largo de toda mi carrera en Renault. En la alianza le encontraré responsabilidades a la altura de sus competencias, pero el consejo ha traspasado las funciones de Patrick Pélata. El comité de cuentas y auditorías también ha emitido muchas recomendaciones que voy a poner en práctica en general.
A título personal, ¿no ha contemplado dimitir en ningún momento durante la crisis?
No hay nada en la auditoría que me ponga en tela de juicio. He conocido muchas crisis y estoy convencido de que un capitán nunca abandona el barco en plena crisis; se asegura de que el barco atraviese la tempestad. Durante la crisis no pensaba en mí, sino en la empresa. Hoy, estoy convencido de una cosa: Renault puede convertir esta crisis en una oportunidad. Vamos a salir de ella más fuertes.
¿Tiene la sensación de seguir contando con el apoyo de los accionistas?
En la vida de una empresa los accionistas pueden pronunciarse en dos ocasiones: durante los consejos de administración y las asambleas generales. Esta semana he escuchado a mi consejo y me ha renovado su apoyo íntegro. El accionariado, representado en el consejo de administración, también ha dejado claro que desea que extraigamos lecciones de esta crisis. Y eso es lo que vamos a hacer. Pronto vamos a nombrar a un director de Ética que será una personalidad externa e incontestable y presidirá el comité de Ética. Además, crearemos una dirección de auditoría y gestión del riesgo.
Aun así, ¿cree tener parte de la responsabilidad?
El jefe siempre es responsable, pero no me pueden dirigir todos los reproches a la vez. Me decían que estaba haciendo demasiado por estar, al mismo tiempo, en Renault, Nissan y a la cabeza de la alianza. Delegué la dirección operativa para concentrarme en Nissan y en Renault en la estrategia, las sinergias de las identidades de los dos fabricantes, la elección de personal y la creación de una cultura común. Sin delegación de poderes, una empresa no puede funcionar. Hay que aprender a confiar en los expertos; expertos en ingeniería, electrónica, materiales o incluso seguridad.
¿No exageró el riesgo de espionaje?
El riesgo de espionaje es real en la industria del automóvil. En este caso, no hay ninguna situación de espionaje. La justicia tendrá que pronunciarse, pero está claro que nos hemos topado con un caso de fraude, aunque eso no significa que la amenaza no exista. Existe una amenaza que hay que tomarse en serio y por eso hemos decidido actuar, rodeándonos de los mejores expertos.
Información elaborada por Ingrid François, David Barroux, Nicolas Barré y Henri Gibier, periodistas del diario francés Les Echos