En el Día de Difuntos que hoy se celebra en todo el mundo, vamos a dar protagonismo a uno de los actores principales en el acto de despedir a un ser querido: los coches fúnebres. Propulsados por caballos físicos durante siglos, la llegada del automóvil a finales del siglo XIX supuso también una 'revolución negra', cuando los coches se vistieron de luto, con sus mejores galas, y pasaron a ser una parte muy importante del protocolo de traslado de los recién finados hasta su último morada. Hoy hablamos de 50 de los coches fúnebres más curiosos que hemos tenido ocasión de contemplar en los últimos 120 años.
Aunque a muchos les extrañará, en la siguiente galería de 100 vehículos fúnebres no van a faltar las principales marcas de coches y motos, que en algún momento y en algún lugar han visto sus carrocerías modificadas para ser protagonistas en funerales y entierros.
Un Audi 80 'ennegrecido' en plena carrera... en el circuito de Nurburgring.
Un Austin Princess que rezuma belleza incluso en los momentos más duros.
Al igual que en este Buick Roadmaster, el negro no tiene por qué ser nuestro color final.
Un tuneado Cadillac del 72, para aquellos que no quieren parar de reír ni muertos.
El Cadillac que trasladó el cadáver de John Fitzgerald Kennedy tras su asesinato el 22 de noviembre de 1963.
El Cadillac Miller Meteor, que fue coche fúnebre y ambulancia, y que perteneció a Elvis Presley.
Un funerario chileno transformó un Chevrolet Camaro en un alegre coche fúnebre.
Para un entierro con mucha clase, todo un Citroën DS 'Tiburón' transformado para la ocasión.
No podía faltar el 'familiar' de la mítica familia Munster.
La maravillosa estética de aquellos años en este transformado Dodge Corronet del 59.
Tampoco podía faltar el coche fúnebre/ambulancia Ecto-1 de los míticos "Cazafantasmas".
Sí, no están soñando. Alguien transformó un Ferrari en un coche fúnebre.
Uno de los primeros monovolúmenes, el Fiat 600 Múltipla, en versión duelo.
Otra belleza vestida de negro, el Fiat 1900.
La estética 'hot rod' en un Ford de nada menos que 1922.
Un práctico remolque-ataúd para llevar a nuestros finados de paseo.
Coges un Ford Mustang del 66 y lo unes a un Volvo 240DL para conseguir esta maravilla.
Otro maravilloso diseño vintage el del Ford Steibert del 38.
La mejor forma de dar el último paseo para un apasionado de Harley Davidson.
La 'fiebre Hummer' de principios de siglo también se trasladó al negocio funerario.
Los asiáticos, siempre tan diferentes, como este Isuzu fúnebre.
Ni siquiera vistiéndole de luto se le resta un ápice de belleza al Jaguar E-Type.
El último paseo de las cenizas de Fidel Castro estuvo remolcado por un Jeep.
No es real, pero así luciría un Lamborghini Gallardo como coche fúnebre.
El recientemente fallecido Felipe de Edimburgo tuneó este Land Rover Defender para su funeral hace 16 años.
Sobre gustos no hay nada escrito; y menos sobre gustos de carrocerías de coches fúnebres.
Sí, es un Maserati Ghibli convenientemente tuneado para últimos paseos.
Una empresa británica tunea sus Mercedes fúnebres a gusto del consumidor muerto.
En la América profunda hay gente que hace su último camino allá arriba en un Monster Truck.
Nissan Leaf fúnebre, la forma más sostenible de dirigirte al cementerio.
Una maravillosa Norfolk de principios de siglo con su sidecar fúnebre a juego.
Si un coche te parece poco, aquí tienes un autobús fúnebre Packard de 1916.
Aunque algunos preferirían dar su último paseo en un 911, un Porsche Panamera tampoco pinta mal.
Aquí en Iberialand también tenemos nuestras joyas fúnebres retro, como este Renault 25 GTS.
¿Apasionado del lujo clásico? Muérete y siéntete vivo en este Rolls-Royce Phantom IV.
Pero si te gusta la modernidad, también puedes elegir este Rolls-Royce Phantom más actual.
Son muchos los que se hacen con un antiguo vehículo fúnebre, como este Seat 124, y se sienten más 'vivos' que nunca.
Pura estética setentera la de este Seat 132 fúnebre.
Volviendo a principios del siglo XX, este maravilloso Studebaker de 1929, para entierros infantiles.
Sí, no es una pesadilla: también puedes ir a enterrarte a bordo de un tanque.
Como ya vimos en el titular de esta galería, existe un Tesla Model S tuneado para una funeraria.
Triumph también dispone de un sidecar fúnebre muy apropiado.
Los larguísimos Volvo de hace dos décadas son perfectos para vehículos fúnebres.
La T1 de Volkswagen ofrece tanto dimensiones como glamur para un entierro muy 'cool'.
Todo puede ocurrir en China. Hasta esto.
En Savannah (Georgia, EE.UU.) este es el mejor vehículo para conocer la ciudad.