
Lexus, pionera junto a su hermana Toyota de la hibridación de gama, presenta en la segunda generación de su SUV medio, el NX, su primera propulsión híbrida enchufable. Y sin perder por supuesto su raza premium.
Aunque parezca que lleva toda la vida entre nosotros, Lexus es una de las marcas más jóvenes del mercado actual, no en vano fue fundada en 1989. Y en estas tres décadas largas en general, y en los últimos 15 años en particular, la marca de lujo del Grupo Toyota apostó muy fuerte por las nuevas tecnologías electrificadas, que tanta gracia nos hacían en aquellos tiempos, con eso de que eran coche que no hacían ningún ruido en modo eléctrico, y tantas y tantas otras características y funciones que han ido llegando con el paso de los años.

Por eso, desde aquellos primeros Lexus de inicios del siglo XXI, que se fueron convirtiendo poco a poco en los 'híbridos premium' hasta hoy la evolución ha sido clara, convirtiendo a la marca japonesa en referencia en hibridación. Pero como los tiempos evolucionan, así lo hacen el mercado y el resto de las marcas. Por eso Lexus, a pesar de ser, junto a su hermana Toyota, de la pionera a nivel de gama de la hibridación, presenta ahora su primer modelo híbrido enchufable, coincidiendo con la llegada de la segunda generación de uno de sus modelos de referencia, el NX. De esa forma, junto al nuevo UX presentado el año pasado, su primer eléctrico puro, Lexus termina de 'adaptarse al enchufe'.

Premium en todos los sentidos
Tras hablar hace unas semanas del diseño del nuevo NX, ahora toca plasmar las sensaciones de conducción, tras la presentación a la prensa europea en las intrincadas carreteras de Mallorca. Y estas no pueden ser mejores, pues las versiones híbridas o híbridas enchufables del nuevo NX no desmerecen, más bien lo contrario, a la primera y exitosa generación del modelo. De esta forma, la sensación que se percibe de modelo premium cada vez que subes a un Lexus, y en especial a un SUV medio como es el NX, no termina ahí, porque empieza entonces la experiencia de conducción, que se puede resumir, principalmente, en una comodidad, un control de marcha y una suavidad tanto en recta como en curva que ahora, además, se acrecienta en las versiones enchufables del modelo, que permiten movernos en modo exclusivamente eléctrico hasta 76 kilómetros, una cifra muy por encima de los modelos de la competencia en el mismo segmento.