Así es como la gente de Maserati promociona su último "cacharro". El MC20 es "el primero de su clase" de la firma del tridente por múltiples motivos, pero principalmente por ser un superderpotivo con clase, una bestia que atesora 630 caballos de potencia y que alcanza los 325 kilómetros por hora, y los 100 en tan solo 2,9 segundos.

Se han tomado sin duda en serio los responsables de Maserati a la hora de diseñar y lanzar su nuevo superdeportivo. El MC20 es, quizá excepto en el nombre, un auténtico Maserati, que marida a la perfección los dos conceptos que han hecho famosa a la marca del tridente: prestaciones y estilo. Porque, a pesar de la apariencia de "bestia" que desborda el diseño del MC20, el toque a lujo, a estilo, incluso a sensualidad, sigue presente en cada centímetro cuadrado de su carrocería.
Maserati vuelve a "centrarse" con el MC20 en lo que sin duda mejor sabe hacer: auténticos cochazos, berlinas y cupés que ya son de culto. Y aunque el Levante es sin duda uno de los SUV de lujo más logrados, la firma italiana retorna a sus origenes para ofrecer sensaciones donde más se notan: en el asfalto.

Por eso, los responsables de marketing y comunicación de la firma italiana han tomado como "mandamiento" la frase que mejor define a su nuevo retoño: "el primero de su clase". Y ello por múltiples razones, la más importante quizá que su peso es muy comedido (menos de 1.500 kilos), lo que unido a su espectacular caballaje (630 CV), otorgan al modelo la mejor relación peso potencia, con tan solo 2,33 kilos/caballo.
¿Y cómo se consigue un peso tan ligero, fundamental para que la experiencia deportiva sea total? Pues evidentemente desde el punto de vista de la elección de los materiales. Así, el chasis del MC20 está construido en fibra de carbono y materiales compuestos, lo que además ha ayudado a conseguir ciertas formas casi imposibles en el diseño del modelo, pues la fibra de carbono consigue esas formas imposibles con el metal prensado. De esta forma, los diseñadores de Maserati se atrevieron a incorporar un elemento, cuya dificultad de funcionamiento es patente, que siempre hace las delicias tanto de los dueños como de los admiradores de un modelo de estas características: las puertas en mariposa.

Obra de arte
Y aunque el diseño del Maserati MC20 bien podría calificarse como "obra de arte", de nada sirve que un coche sea bonito si luego su aerodinámica es fallida a la hora de conseguir las mejores prestaciones. Y por ello, los diseñadores e ingenieros de la firma italiana han dedicado más de dos mil horas de mano de obra en el Túnel de Viento de Dallara y más de mil simulaciones CFD (dinámica de fluidos computacional) han permitido la creación de un coche con una refinada aerodinámica que, ahora sí, es una auténtica y completa obra de arte.
Quizá contribuya a esta excelencia en el diseño la filosofía de contención que se ha aplicado al diseño de toda la forma del vehículo. Porque la dinámica de sus formas, de sus curvas, es más que suficiente para alcanzar ese grado de elegancia no teñida de potencia visual, y por ello no se han hecho concesiones al "macarrismo" que muchas veces impregna a este tipo de vehículos. Por ello, se ha renunciado a apéndices aerodinámicos demasiado evidentes: solo se ha permitido añadir un discreto spoiler trasero, que mejora la carga aerodinámica sin penalizar en absoluto la intensa belleza del vehículo.
Motor "Neptuno"
Con ese cuerpo tan impresionante, las "vísceras" del MC20 tenían que estar a la altura. Y, sin duda, el motor denominado "Nettuno", un propulsor V6 de 630 CV de puro origen Maserati, dotado con la nueva tecnología MTC (Maserati Twin Combustion). Nettuno utiliza una tecnología precámara derivada de los motores de Fórmula 1.
Con todo ello, los números solo pueden ser estratosféricos: una velocidad máxima de más de más de 326 km/h, con una celeración de 2,88 segundos. Y todo ello logrado con una tracción trasera y un cambio de doble embrague de ocho velocidades. Además, Nettuno permite cuatro modos de conducción: GT (predeterminado), WET (para carreteras húmedas o mojadas), SPORT (ideal para su uso en circuito) y CORSA (para la experiencia más extrema).
Minimalismo
Si el diseño exterior del Maserati es tan potente como elegante, en el interior se ha querido conservar, por supuesto, el lujo y la elegancia, con la elección de los mejores materiales para asientos, revestimientos y componentes, en esta ocasión todo combina con un estilo minimalista, muy acorde con el diseño interior de otros tantos superdeportivos.
No es que se haya entregado toda la sensación, visual y auditiva, a las prestaciones del vehículo a máximas potencias, sino que se ha conseguido configurar una atmósfera en la que, sin conceder tampoco espacio a elementos superfluos, de postureo puro, se ha ido "directo al grano" a la hora de dotar al MC20 de una "paz interior" que contraste con la "galerna exterior" que se forma en el momento en que se enciende el motor.

Un volante digno de un superdeportivo
El volante del MC20 se ha diseñado y desarrollado con las indicaciones de Andrea Bertolini, ex campeón del mundo con el MC12. Se trata de un volante grueso que solo cuenta con los botones e interruptores necesarios, incluidos los de arranque y Launch Control.
El MC20 es el primer Maserati de última generación con el botón de arranque en el volante, otro símbolo del carácter extremadamente deportivo de este modelo. El volante está revestido de cuero negro, que puede ser Alcántara en opción, con inserciones de fibra de carbono. Las levas de cambio, de generosas dimensiones, como no podía ser de otra forma, están fijadas a la columna de dirección. Están disponibles en aluminio oscuro, como configuración de serie, y en fibra de carbono si se escoge el paquete interior de fibra de carbono. En definitiva, todo un señor volante para todo un supermodelo.