
Nuevo año y mismos problemas con los que se acabó el pasado ejercicio. España sigue a la cola de Europa en materia de electromovilidad, con una distancia más elevada frente a los rivales continentales y tan solo por delante de Hungría y República Checa.
Así se explica en el Barómetro de electromovilidad que elabora la patronal de fabricantes (Anfac) en el primer trimestre del año. Pese a que el indicador global de electromovilidad, que valora la penetración de vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público, se ha incrementado en 2,3 puntos, hasta los 20,9 , la media europea se sitúa en los 44,5, 4,6 puntos más que en el último barómetro publicado por la patronal en el último trimestre de 2020.
En el ámbito nacional, cuatro comunidades autónomas se sitúan por encima de la media de España. En el primer trimestre, Madrid obtiene una mejora de 3,3 puntos, ocupando la primera posición del indicador global de electromovilidad, con una valoración de 28,4 puntos. Le sigue Baleares, que es la comunidad con mayor crecimiento (4,4 puntos) y se sitúa en los 26,8 puntos. Las otras comunidades que se colocan en puestos destacados y por encima de la media son Cataluña y Asturias, con una valoración de 24 y 21 puntos, respectivamente.
El director general de Anfac, José López-Tafall, ha explicado que "es hora de implantar medidas eficaces que, con el apoyo de la Administración, aceleren la transición del vehículo y, por lo tanto, cumplamos con los objetivos de descarbonización y de renovación del parque".
Penetración del vehículo electrificado
En el primer trimestre del año, España ha descendido una posición en el ranking europeo, tras haber sido superada por Italia. Obtiene una valoración de 34 puntos sobre 100, con un crecimiento de 2,4 puntos. Este ascenso está muy lejos de la media, en donde el indicador creció 9,3 puntos.
Según la patronal, el crecimiento de las ventas de los vehículos electrificados en el primer trimestre, que triplicaron el dato registrado en 2019 (antes de la pandemia), "no ha sido suficiente para la mejora de España, que se mantiene en la cola de Europa".
El resultado del primer trimestre muestra que España se encuentra incluso más lejos de la media europea, que se sitúa en 73,7 puntos.

Pese a que mantiene un ritmo de desarrollo similar a los países de la zona baja del ranking, se está alejando de los países líderes en electrificación como Alemania (+9,7 puntos), Noruega (+9,2 puntos) o Reino Unido (+5,4 puntos).
Lento desarrollo de las infraestructuras
De otra parte, el desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público, que solamente ha crecido 2,2 puntos en el primer trimestre de 2021, alcanzando una valoración global de 7,8 puntos sobre 100.
Tal y como explica Anfac, "esta mejora no es suficiente para cambiar la posición de España con respecto al resto de países, manteniendo así el cuarto lugar por la cola". En el anterior trimestre, la media de los países europeos se situaba en 15,3 puntos sobre 100, por lo que vemos que la brecha con el continente es cada vez más relevante.
En el ámbito nacional, el despliegue de infraestructuras de recarga obtiene un notable crecimiento respecto al trimestre anterior, destacando Baleares y Castilla y León (ambos con un aumento de 4,3 puntos) y Navarra (con un incremento de 5,1 puntos). Tan solo Extremadura ha empeorado ligeramente su situación, reduciéndose su valoración en 0,3 puntos.
En el último trimestre, la evolución de los puntos de recarga de acceso público en España ha registrado un incremento de un 34%, hasta alcanzar los 11.517 puntos. Sin embargo, este crecimiento se produce en niveles potencia asociados a carga lenta, inferior o igual a 22 kW. En concreto, el 83 % de los nuevos puntos se sitúan en este rango de potencias.
Además, solo hay 60 puntos de recarga de acceso público interurbanos con una potencia por encima de los 250 kW, lo que pone de manifiesto las dificultades de uso relacionadas no sólo con la disponibilidad de infraestructura sino por los tiempos de recarga asociados.