Motor

Alonso vs Schumacher Imola 2005: la mayor persecución que vieron los siglos (y con final feliz)

  • El 24 de abril de 2005, Imola vivió la mayor batalla de la historia de la Fórmula 1
  • Fernando Alonso, entonces en Renault, aguantó 13 vueltas los intentos de abordaje de Michael Schumacher (Ferrari)
  • Aquel día, el piloto español, al batirle, convirtió al heptacampeón mundial en leyenda
Schumacher, en plena persecución a Alonso en Imola 2005

El Coyote tras el Correcaminos. Filemón tras Mortadelo (o el Súper tras los dos). Mesala tras Ben-Hur. Bugno, Chiappuccci y Rominger tras Indurain. Un camión cisterna, un auténtico "diablo sobre ruedas" tras un pobre diablo en un Plymouth. O Steve 'Bullit' McQueen a bordo de su Mustang verde tras dos asesinos en un Dodge Charger negro. ¿Las mejores persecuciones de la historia? No. Nada igual que la protagonizada por Michael Schumacher en su Ferrari tras Fernando Alonso en su Renault en el G.P. de San Marino de 2005 en Imola. Hoy, tenemos el mismo circuito, pero las circunstancias son muy diferentes.

Antes de lanzarse a la lectura de este artículo, qué mejor que disfrutar de uno de los últimos grandes momentos históricos de la Fórmula 1 en este vídeo, con la narración de Antonio Lobato y Gonzalo Serrano en aquellos tiempos en que la Fórmula 1 se veía en abierto, concretamente en Telecinco.

El 24 de abril de 2005 tenía lugar el Gran Premio de San Marino en el circuito de Imola, la 'casa' de Ferrari. Aunque no parecía ser el día para los monoplazas rojos, pues en la clasificación del sábado, pues el alemán Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo (ganador de las últimas cinco ediciones del Mundial, con Ferrari) partía en decimotercera posición tras una mala clasificación, mientras que el otro Ferrari, el del brasileño Felipe Massa, partía decimoctavo tras cambiar el motor. Allá delante, en el top de la parrilla aparecían dos jóvenes promesas hechas realidad: el finlandés Kimi Raikkonen con McLaren y el español Fernando Alonso con Renault.

Pero Michael era mucho Michael, una leyenda viviente en pos de su octavo título mundial. Y más le valía al campeón alemán apretar los dientes tras un inicio de temporada horrible con dos abandonos y tan solo un séptimo puesto en las tres primeras carreras de la temporada. El piloto a seguir, Fernando Alonso, que había logrado un tercer puesto en la primera carrera, Australia, y dos triunfos en Malasia y Baréin, con lo que ya era el principal candidato a destronar, por fin, al 'Kaiser'.

Y vaya si fue Michael. Absolutamente entregado a la causa, Schumacher fue de menos a más, de atrás a adelante, engullendo monoplazas hasta que, tras merendarse a Jenson Button a 16 vueltas del final, el piloto alemán se colocaba primero virtual, pues le quedaba una parada en boxes, que sí había realizado Alonso, líder virtual de la prueba.

13 vueltas de infarto

Tras la consabida parada del Kaiser, a 13 vueltas del final, la batalla estaba servida: Alonso vs Schumacher. El casi novato (era su tercera temporada en la Fórmula 1, segundo con Renault) frente al todopoderoso heptacampeón mundial, y encima con Ferrrari. Fueron 13 giros que bombearon mucha sangre en los corazones de la afición española, que asistían a lo que podía ser la confirmación del piloto español como uno de los grandes pilotos del Gran Circo, y encima en un equipo con posibilidades, si bien muy inferior a Ferrari o McLaren.

Cada vuelta de esas 13 se nos hizo más larga que las 24 Horas de Le Mans en conjunto. No hubo una sola vuelta en que el morro del Ferrari no se asomase en los retrovisores del Renault. Rojo frente a azul. Nadie apostaba un solo euro por el 'Nano', pues la lógica decía que había demasiados vueltas por delante para que el Kaiser le pasase por encima por su experiencia, su motor, su coche y, encima, corriendo en casa.

Pero el pequeño español no se rendía. Sabía que estaba ante la mejor oportunidad de 'presentarse en sociedad' definitivamente, por mucho que fuera líder destacado del Mundial. Detrás, pegado al culo de su monoplaza, llevaba a la mayor leyenda de la Fórmula 1, si miramos a los títulos y victorias conseguidas.

Pero no hubo forma. Michael lo intentó por el interior, por el exterior... a veces parecía que le iba a atropellar literalmente. Pero Fernando no se amilanó, realizó una de las primeras conducciones magistrales de su carrera y le rompió los morros a todo un Michael Schumacher, y encima en su casa. Solo dos décimas separaron al Renault de Ferrari en la línea de meta.

Aunque él todavía no lo sabía, la victoria de Alonso en Imola 2005 dio inicio a su leyenda en la Fórmula 1

Aunque aún era pronto para darse cuenta de ella, el 24 de abril de 2005, en Imola, la carrera de Michael Schumacher se convirtió en leyenda. Y las leyendas son muy bonitas, pero pertenecen al pasado. Porque el presente se llamaba Fernando, se apellidaba Alonso, y comenzaba su reinado. Que fue breve, ya lo sabemos, campeón del mundo aquel 2005 y el año siguiente, 2006, ambos con Renault, antes de fichar por McLaren, encontrarse a un tal Lewis Hamilton y comenzar un vía crucis de McLaren otra vez a Renault, de Renault a Ferrari, de Ferrari de nuevo a McLaren. Y ahora, de nuevo en Renault, aunque se llame Alpine.

Imola 2021, unas cosas cambian... y otras no

Y hoy, 18 de abril de 2021, casi 16 años después de aquella mítica persecución, el escenario es el mismo, Imola, a solo 70 kilómetros de Maranello, 'Ferrarilandia', pero han cambiado muchas cosas. El Hamilton que surgió aquel año 2007 lucha por su octavo título mundial (ganó uno con McLaren y seis con Mercedes), y con ello superar a Michael Schumacher en el podio del Gran Circo.

Lo peor de todo es que el Kaiser, Michael Schumacher, sufrió un terrible accidente de esquí el 27 de diciembre de 2013 que le tiene en estado vegetativo desde entonces. Antes, tras ser definitivamente destronado por Fernando Alonso en 2005 y 2006, se retiró de la competición a finales de esta última temporada. Aunque volvió en 2010 con la renacida escudería Mercedes, para la que pilotó tres años, sin lograr ningún podio, hasta su retirada definitiva en 2012.

Hamilton, tras ganar la primera carrera del Mundial 2021 en Baréin, logró ayer su primera pole en Imola, si bien no lo tendrá fácil, pues tendrá a sus espaldas como fieras a los dos Red Bull, el mexicano Sergio Pérez y el neerlandés Max Verstappen, segundo en el Mundial), que quieren confirmar que la escudería austriaca está, por fin, preparada para terminar con el reino de Mercedes, que dura ya siete largos años.

La otra gran novedad que más nos interesa es sin duda la presencia de Carlos Sainz en Ferrari. Pero el madrileño, tras una buena actuación en Baréin, en la que terminó octavo tras pasar a la Q3 en la clasificación, ayer no pudo superar la Q2 en Imola, con lo que partirá en undécima posición en la parrilla.

Pero, como hemos dicho, algunas cosas sí permanecen, si bien diferentes, a aquel mítico duelo de 2005. La primera, la presencia de Fernando Alonso, que tras dos años retirado del Gran Circo, ha vuelto este año con Renault, por mucho que ahora se denomine Alpine. Pero, por desgracia, el asturiano no ha podido volver con la fuerza que quisiera, pues su monoplaza está, aún, muy lejos de la clase VIP del Mundial 2021 (Mercedes y Red Bull) e incluso de la clase media (McLaren, Ferrari, Alpha Tauri y Aston Martin). El campeón español saldrá desde la decimoquinta posición de la parrilla.

El otro 'recuerdo' a aquella persecución será la presencia de Schumacher, pero no Michael, sino Mick, su hijo, que afronta en Imola, el escenario donde tantas victorias logró su padre, su segunda carrera de Fórmula 1, tras su debut en Baréin. El 'Kaiser junior', nacido el 22 de marzo de 1999, cuando su padre ya había ganado dos títulos mundiales con Benetton-Ford, y que tan solo tenía seis años en aquella mítica cita en Imola, milita en el peor equipo de la parrilla, Haas, aprendiendo para, en el futuro, poder emular la leyenda de su progenitor.

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