
El Grupo BMW, propietario de la marca homónima, Mini y Rolls-Royces, cerró el pasado ejercicio con un recorte en su beneficio neto del 23,2%, hasta totalizar 3.857 millones de euros.
Este descenso ha estado motivado por la caída de las ventas debido al cierre de los concesionarios para contener la pandemia.
Y es que la facturación del consorcio automovilístico alemán cayó un 5% en tasa interanual, hasta los 98.990 millones de euros, mientras que las entregas de la división de automoción descendieron un 8,4%, hasta los 2.325.179 vehículos. Por su parte, las ventas de la división de motocicletas registraron una bajada del 3,4%, hasta las 169.272 unidades.
Además, la multinacional cerró el ejercicio con un beneficio operativo (ebit) de 4.830 millones de euros, un 34,8% menos, mientras que el beneficio antes de impuestos alcanzó los 5.222 millones de euros, un 26,6% menos.
Ante estos resultados, los consejos de administración y supervisión propondrán el reparto de un dividendo de 1,9 euros por acción ordinaria y de 1,92 euros por cada título preferente, lo que corresponde a un 'pay out' del 32,5% sobre el beneficio neto del ejercicio.
De otra parte, el beneficio operativo se redujo tanto en la división automovilística, un 51,9 %, como en la de motos (-46,9 %) y en los servicios financieros (-25,6 %).
El presidente del consejo de administración, Oliver Zipse, explicó que "nuestro desempeño en la segunda mitad del año demostró cuán fuerte es el Grupo BMW. Al unir todas nuestras fortalezas, pronto superamos el impacto de semanas de cierres de plantas y bloqueos en todo el país. Y nos hemos asegurado de que BMW Group nunca se mantenga firme aún así ".
Sobre los primeros meses del ejercicio, Zipse aseguró que "estamos comenzando el 2021 revitalizados y con un viento de cola favorable".
Las ventas de vehículos electrificados fueron un motor de crecimiento en 2020, con 192.662 eléctricos e híbridos de las marcas BMW y Mini vendidos en todo el mundo, lo que supone un 31,8 % más en tasa interanual.