
Si hay un modelo que está llamado a ser muy protagonista en la 'revolución eléctrica', ese es sin duda el nuevo fiat 500 totalmente eléctrico.
APUESTA ARRIESGADA. No se puede negar que al Grupo FCA (ahora dentro de Stellantis tras fusionarse con el Grupo PSA) no le gustan las apuestas arriesgadas. Porque así es como mínimo se puede definir la decisión de lanzar una nueva generación de tu modelo más vendido... con propulsión exclusivamente eléctrica, sin hibridación alguna. Aunque también hay que decir que dicha apuesta está mínimamente asegurada con seguir conservando en el mercado la anterior generación del utilitario italiano, con sus combustiones diésel y gasolina que tan buen rendimiento han tenido en los últimos años.
Pero el que quiera conducir el nuevo 500 tendrá que poner su reloj en hora con el presente/futuro de las nuevas propulsiones y pasarse al eléctrico. Pues dicha decisión, a tenor de lo probado, es totalmente acertada, pues el Fiat 500 es uno de los mejores modelos eléctricos que hemos tenido ocasión de conducir. Su comportamiento, a pesar de no tener el empuje del combustible fósil, es realmente bueno, con una potencia de casi 120 CV, un empuje y una fuerza que va más allá de su lógico uso en ciudad. Pues en carretera, el 'pelotilla', heredero del mítico Seat 600, se comporta como un 'pequeño bastardo' que se mueve con soltura tanto en autovías/autopistas como en pequeñas carreteras reviradas, donde hace valer su enorme agilidad.
A KILOWATIO PURO. Y todo ello, repetimos, con un motor de 87 kW (hay otro de 70 kW), que rinde 118 CV, alimentado exclusivamente por electricidad, con una autonomía que ronda los 300 kilómetros, y que redondea por el lado bueno la experiencia de conducción de un modelo, muy conocido y conducido, pero que ha aprobado con muy buena nota, notable como mínimo, el examen de la electrificación.
A la hora de echarnos a la carretera tenemos tres modos de conducción, que gestionan las prestaciones del coche y los elementos de seguridad y de climatización para conseguir un consumo lo más óptimo posible de la batería. Son el modo Normal, Range y Sherpa. El tercero, el que más incide en el ahorro de autonomía, limita la velocidad a 80 km/h, aunque sin duda alguna el segundo, Range, es el más apropiado para una conducción mixta de prestaciones y ahorro de batería. En estos dos últimos modos de conducción se activa el llamado 'e-pedal', con el que podemos gestionar, de una forma realmente cómoda y segura, la aceleración y el frenado del vehículo simplemente apretando el pedal o levantando el pie. Cuando le coges el tranquillo al pedal, la experiencia de conducción se convierte en todo un divertimento, dando la sensación, en ocasiones, de estar conduciendo un 'kart', gracias lógicamente al tamaño del 500. En definitiva, una auténtica gozada.
TRES CARROCERÍAS. Aunque, como ya hemos dicho, las opciones en cuanto a motorización no se salen de los kilowatios, el nuevo 500 ofrece hasta tres carrocerías dentro de sus reducidas dimensiones. Por un lado tenemos la versión berlina, el tres puertas típico del 500 que tantas décadas lleva entre nosotros. También existe una versión cabrio, que cuenta con un techo de tela corredizo, con el que podemos abrirnos al cielo. Y después tenemos una curiosa versión de cuatro puertas, que añade a las tres puertas originales una pequeña puerta trasera, en el lado del copiloto, que se abre contramarcha para facilitar el acceso a las plazas traseras. Una oferta sin duda variada y atractiva para un modelo que tiene aún mucho que decir.