
La automovilística sueca Volvo Cars, perteneciente al grupo chino Geely, cerró el ejercicio 2020 con unas ganancias de 7.788 millones de coronas suecas (770 millones de euros), lo que supone un 18,9% menos en tasa interanual.
El beneficio operativo se contrajo un 23,1%, hasta los 22.965 millones de coronas suecas (2.269,8 millones de euros).
Por su parte, el beneficio antes de impuestos cayó un 40,5% en 2020, hasta los 8.516 millones de coronas suecas (841,7 millones de euros).
Los ingresos de la compañía sueca se situaron en los 262.833 millones de coronas suecas (25.981,8 millones de euros), lo que supone un 4,1% menos en tasa interanual.
El director ejecutivo de Volvo Cars, Håkan Samuelsson, ha explicado que "durante el segundo semestre de 2020 se produjo una fuerte recuperación a pesar de los desafíos de la Covid-19. Hemos registrado el segundo semestre más fuerte de la historia de la empresa, tanto en términos de ventas como de como en los resultados financieros".
"Sin embargo, especialmente en la primera mitad del año, la pandemia afectó a nuestro negocio y operaciones. Todas nuestras plantas de producción estuvieron cerradas durante un breve periodo, mientras que el tráfico en las salas de exposición se redujo. Actuamos con decisión para mitigar y limitar el impacto de la pandemia en nuestras fábricas, oficinas y minoristas en la medida de lo posible", explicó el directivo escandinavo.
Además, la liquidez de Volvo Cars se incrementó un 39,8% en tasa interanual, hasta los 35.241 millones de coronas suecas (3.484,1 millones de euros).
Los mercados más importantes para Volvo que registraron subidas en sus ventas fueron China, con un alza del 7,5% en tasa interanual, hasta los 166.617 vehículos comercializados; seguido de Estados Unidos, con una subida del 1,8% y 110.129 unidades entregadas.
En cuanto a las previsiones de cara al presente ejercicio, Volvo Cars prevé un crecimiento continuo del volumen de ventas y de los ingresos. Con las continuas inversiones en nuevas tecnologías y nuevos productos, estiman tener un nivel de gastos de capital similar al de 2020. Se espera que el flujo de caja siga siendo fuerte. También esperan una reducción continua de las emisiones globales de CO2 por coche, en línea con la ambición de la empresa de reducirlas en un 40% para 2025.