Motor

Rodin Cars acerca el sueño de sentirse piloto de Fórmula 1

¿Quién no ha querido alguna vez sentirse como un auténtico piloto de Fórmula 1? Para todos aquellos que quieran llevar esta idea un paso más allá del puro plano teórico y tengan un bolsillo ampliamente holgado, una empresa neozelandesa les pone en bandeja realizar su sueño. El Rodin FZED es la respuesta: un monoplaza muy potente que se mueve en circuito como un auténtico F1, pero sin los costes ni las complicaciones propias de este tipo de vehículos.

Y es que la intención del fundador de la compañía y de este espectacular coche, el piloto David Dicker, es precisamente eliminar toda esa complejidad que envuelve a los coches de F1. Él sabe muy bien a lo que se refiere, pues posee uno. Y tiene claro que cada vez que sale a rodar con un auténtico F1 de temporadas pasadas, todo son problemas. Sin embargo, asegura que su Rodin FZED no solo permite ahorrar costes, sino que tecnológicamente está tan avanzado que es casi como un monoplaza de competición moderno, por lo que garantiza unas sensaciones muy puras y realistas.

Dotado de un chasis de fibra de carbono y cincelado con elementos de cuidada aerodinámica, el Rodin FZED esconde en sus entrañas un motor firmado por Cosworth. Se trata del GPV8, un ocho cilindros en V, de 3,8 litros, que entrega 675 CV a 9.600 rpm y 490 Nm a 7.600 rpm. Va asociado a un cambio secuencial de 6 velocidades y, gracias a su reducido peso de 609 kilogramos (sin conductor), firma unos registros realmente buenos de aceleración (5 segundos de 0 a 160 km/h) y velocidad punta (300 km/h).

Este coche está basado en el Lotus T125, otro modelo pensado para que la gente de a pie se pueda sentir piloto de carreras. Tomando como referencia al Lotus, Dicker y su equipo han optado por seguir desarrollándolo hasta lograr un monoplaza de prestaciones y comportamiento mejorados. El resultado es un coche capaz de hacer tiempos por vuelta similares a los de un Fórmula 1.

Entre las mejoras introducidas figuran algunas como el sistema de escape o el volante, ambos hechos en titanio con una impresora 3D propia. También se hacen 'en casa' los asientos de competición. Para las llantas (OZ) y otros componentes recurren a fabricantes externos de primer nivel. Y en materia de personalización, sobre todo exterior, son muchas las opciones que se le plantean al cliente.

Otro punto destacado del Rodin FZED es que su motor es bastante más 'longevo' que el de un F1. Quizá haya quien piense que los 5.000 kilómetros que soporta sean pocos, pero lo cierto es que es mucho en comparación a los pocos cientos de kilómetros que aguanta un propulsor de F1. Y además admite gasolina de 98 octanos, como la que se pueda encontrar en cualquier gasolinera.

Este inusual vehículo se puede adquirir por un precio aproximado de 585.000 euros. ¿Es mucho o es poco? Evidentemente, es una cifra muy abultada, pero nada comparado a los gastos de un F1 auténtico o, incluso, de un modelo nuevo de competición de la categoría GT3.

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