Motor clásico

El comunismo se moderniza: el Trabant renace en forma de coche eléctrico

Lo retro está de moda, también en el mundo del automóvil. Ahora, el último icono en renacer parece ser el Trabant, símbolo de la Alemania comunista, que resurge ahora como coche eléctrico 25 años después de la reunificación del país.

Una empresa de energía está poniendo a punto al pequeño coche construido para el proletariado del Este comunista alemán con un motor eléctrico, convirtiéndole en un vehículo libre de emisiones al estilo de otro alemán mucho más actual, el BMW i3.

Resurrección para nostálgicos

El coche se hizo famoso en Occidente después de la caída del Muro de Berlín, en cuanto los alemanes del Este se lanzaron a colapsar las carreteras de país. Hasta U2 le hizo protagonista en el vídeo de One después de enamorarse del pequeño automóvil de estilo clásico convertido en auténtico objeto de deseo de aficionados y coleccionistas.

Ahora, un cuarto de siglo después de la reunificación, la compañía tecnológica ReeVOLT asegura que ha creado el "e-Trabant" para mostrar las virtudes ambientales de la adaptación de los vehículos ya existentes con motores eléctricos. Esta firma, de hecho, ya vende versiones eléctricas de vehículos como el Fiat 500 o el Ford Ka.

La iniciativa de resucitar a base de electricidad el Trabant más de 40 años después de su nacimiento nace de la idea de una agencia de turismo de la isla alemana de Ruegen, que comenzó en abril su programa de colaboración con ReeVOLT para atraer a los más nostálgicos mediante un paseo en el coche que, en su apogeo, llenó las calles de países comunistas como Polonia, Hungría o la antigua Checoslovaquia. Pero ReeVOLT ofrece esta oportunidad a todo el que quiera hacerse con uno por un módico precio.

Un trabant eléctrico por 15.000 euros

El e-Trabant cuesta en torno a 15.000 euros: 12.000 para adquirir el kit ReeVOLT, 2.000 euros por un Trabant del mercado de segunda mano y 1.000 euros por la mano de obra; esto es, según afirman desde ReeVOLT, la mitad del precio de un BMW i3. El e-Trabi viene también equipado con una pantalla plana a modo de cuadro de mandos en la que se muestra todo lo relativo al consumo de energía y la autonomía.

Por lo demás, el resto de cambios en el coche son mínimos: apenas hay espacio para dos adultos en sus plazas traseras y las características de seguridad tales como cinturones de seguridad traseros y reposacabezas delanteros siguen siendo deficitarias. Y tampoco dispone, por ejemplo, de dirección asistida o un buen sistema de frenos.

Eso sí, el coche cuenta con una autonomía de 130 kilómetros, frente a los 160 del BMW i3 y tarda en recargarse aproximadamente cinco horas y media en una toma de corriente doméstica. Por último, entrega un total de 38 CV con los que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 110 km/h .

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