Dani Pedrosa (Honda) anunció ayer que no correrá en el Gran Premio de Cataluña porque aún no se ha recuperado de la fractura en la clavícula provocada por una caída en el anterior GP de Francia en un lance con Marco Simoncelli (Honda). La incógnita es saber con qué ánimos recibirá la afición española al piloto italiano tras el enfrentamiento entre ambos pilotos.
"He forzado lo máximo que he podido pero siento y noto que mi clavícula no está preparada". Con estas palabras, Dani Pedrosa confirmaba que no correrá en el circuito de Montmeló durante el Gran Premio de este fin de semana. El accidente que le hizo caer, provocado por una maniobra ilegal de Simoncelli, le ha pasado factura impidiendo la participación del español en el Gran Premio de "casa".
Después de Le Mans, medios, afición y pilotos se lanzaron a criticar la actitud en carrera de Simoncelli que dio origen al incidente con Pedrosa. Valentino Rossi (Ducati) o Jorge Lorenzo (Yamaha) fueron algunos de los compañeros que cargaron contra el italiano. "Creo que Marco fue muy duro porque no dejó espacio para Dani", afirmó Rossi; o"al que compra muchos boletos le acaba tocando la lotería", ironizó Lorenzo en clara referencia a la constante actitud antideportiva de Simoncelli.
Como los pilotos, también la afición se solidarizó con Pedrosa al término del GP de Francia y es previsible que, siendo paísanos del español, se lo hagan saber a Simoncelli durante la celebración de la carrera en Barcelona.
El piloto italiano, consciente de lo que le puede esperar en Montmeló, ha tratado de suavizar el ambiente lamentándose del incidente que provocó en Le Mans. En un comunicado de prensa previo al Gran Premio de este fin de semana, Simoncelli ha asegurado que "todavía me siento disgustado. Me he dado cuenta de lo que he hecho mal, en el futuro voy a tratar de evaluar la situación y ser un poco más cauteloso".
Además, Simoncelli se ha dirigido al público español en una entrevista concedida al programa Paddock GP de Teledeporte, para pedirle "que apoyen a los pilotos españoles pero también apoyadme a mí cuando veáis las carreras".
El piloto de Gresini sabe que el ambiente que le espera en Montmeló será hostil, aunque confía en que la afición sepa comportarse. "Sé que probablemente no voy a ser recibido con una gran ovación en Barcelona, pero espero que si me critican, se haga de una manera civilizada".
Amenazas de muerte
El director de equipo de Simoncelli, Fausto Gresini, ha denunciado incluso amenazas de muerte procedentes desde España. "Hemos recibido amenazas de muerte a través de mensajes enviados a nuestra web. He presentado una denuncia internacional porque las amenazas vienen de España", ha declarado Gresini a la agencia italiana Ansa.
Así, sólo falta esperar al fin de semana para comprobar cuál será la reacción natural de los aficionados al motociclismo que se den cita en el Circuito de Cataluña: si éstos se apiadarán del italiano o se cebarán contra él; pero, como el propio piloto espera, Montmeló se antoja como el infierno particular de Simoncelli durante todo el Gran Premio.
Así fue el GP de Francia