
La salida del Gran Premio de Bélgica de Fórmula-1 deparó una gran sorpresa por parte del piloto español Fernando Alonso, sancionado con decenas de posiciones en la parrilla de salida y por lo tanto último al comienzo de la carrera.
Los numerosos incidentes de las primeras vueltas, que incluyeron el choque de los dos Ferrari, los problemas del Red Bull de Verstappen, los trompos y el abandono de Carlos Sainz, y el fortísimo accidente del Renault de Magnussen, permitieron a los pilotos de la parte de atrás de la parrilla ganar numerosos puestos.
De este modo, en la octava vuelta Alonso ya había pasado del último al cuarto puesto, aupado también por una de sus mejores salidas en competición. Igualmente, el líder del Mundial, Lewis Hamilton, pasó del penúltimo puesto al quinto, justo por detrás del español.
Estos puestos fueron los que quedaron cuando en la décima vuelta dirección de carrera acabó sacando bandera roja ante la dificultad para limpiar los restos del accidente de Magnussen, y por lo tanto, de ese modo partieron en la segunda salida de la carrera.