
Sepang no ha sido el circuito talismán de Fernando Alonso como todos presumían, y es lógico porque cada carrera es distinta, hay muchas variables y muchos factores que lo determinan. Alonso no pasó de la segunda vuelta tras tomar la salida, como el mismo prometió, "al ataque". Tuvo un toque con Vettel intentando tomar la cabeza de la prueba y perdió, porque esos toques suelen beneficiar al que da por detrás y perjudicar al que recibe en forma de pinchazo normalmente 'Vettel lo demostró el año pasado', pero la suerte fue esquiva con Alonso y luego llegó el error.
Con el alerón descolgado debería haber entrado en boxes a cambiarlo y no lo hizo. Error suyo por decidir seguir, y error del equipo por permitírselo, uno y otro tuvieron casi una vuelta para pensar la mejor solución y optaron por la peor. Error, simpático el de Hamilton al pararse en el box de McLaren en vez de en el suyo. ¿Tendrá ya nostalgia de su antiguo equipo? Y errores varios como el del toque en boxes entre Pic y Vergne y el del equipo Force India en los cambios de ruedas: incomprensible.
Sigo pensando que es demencial que sean los neumáticos los que decidan quién gana o quién pierde en Fórmula 1. Solo se habla de ellos. Qué importan las prestaciones de los coches si se comen las ruedas, qué importa el talento del piloto si esas ruedas se degradan. Da pena ver, y no es nuevo aunque este año porque hoy la situación es aún peor que en el año pasado, cómo sufren los pilotos, impotentes cuando sus neumáticos dicen basta. ¡A quién se le habrá ocurrido semejante estupidez! Y si a eso unimos lo artificial y falso de los adelantamientos con el DRS, que ahora yo, que luego tú, vaya Fórmula 1 tenemos.
Pero lo peor de este complicado Gran Premio de Malasia han sido los piques entre los cuatro pilotos que, al final, han ocupado las cuatro primeras posiciones. Christian Horner y Ross Brawn se tiraban de los pelos viendo lo que podía suceder con la lucha sin cuartel, y sin sentido entre Weber y Vettel y Hamilton y Rosberg, respectivamente. Era extraño ver cómo se defendía Weber de Vettel aunque parecía ser más lento, cerrando todas las puertas y poniendo en peligro a los dos coches. Pero la explicación vendría más tarde, al final de la prueba. Y tampoco se entendía el afán de Rosberg por adelantar a un Hamilton que no suele ceder la posición fácilmente. Pero en este caso Ross Brawn impuso su ley y Rosberg, a regañadientes, aceptó y al acabar la carrera se abrazó con su compañero mientras el equipo le felicitaba por su comportamiento y le pedía disculpas.
Y para acabar de complicarlo todo, disculpas. Las de Vettel que confesó: "Debo una disculpa a Weber y a todo el equipo. Es un triunfo del que no estoy muy orgulloso. Hoy debería ser Mark el que estuviera en lo alto del podio". Y añadió: "Pido perdón a Mark. Él estaba intentando conservar el coche y los neumáticos y yo tomé la decisión de adelantarlo cuando lo estaba haciendo. No debería haberlo hecho". Y yo me pregunto, ¿son creíbles esas disculpas? Dijo Vettel no estar orgulloso de su triunfo, pero la sensación que dio al cruzar la meta es que estaba más contento que unas pascuas... Tampoco se entiende que Christian Horner confiese que fue una situación incómoda para el equipo y que en la Fórmula 1 hay dos campeonatos, uno de pilotos y uno de constructores. Entonces. ¿Porqué no atajó a tiempo ese 'pique' como hizo Brawn con sus pilotos?
A toro pasado, con sus dos pilotos en lo más alto de podio, es muy fácil decirlo, pero ¿y si hubieran chocado entre ellos? Me da la impresión que una vez más Red Bull disculpa a Vettel todo lo que hace y a Webber siempre le perjudica. También se disculpó Hamilton al final de la carrera diciendo: "Rosberg merecía estar en el podio". Tampoco me parece sincera esa confesión, porque entre pilotos no hay amigos que valgan. El peor enemigo de un piloto es su compañero de equipo, como lo demuestra incluso Massa con Alonso, y si no, vean de nuevo la salida del Gran Premio de Malasia. Pero no pasa nada, todo parece indicar que, como en la temporada pasada, las victorias se van a repartir entre muchos pilotos por lo menos hasta la mitad del campeonato.