
Fernando Alonso afrontará con tranquilidad el parón vacacional del Mundial de Fórmula 1, después de haber reforzado su liderato en el GP de Hungría, del que salió satisfecho con su quinto puesto, a pesar de seguir insistiendo en que su Ferrari aún deberá mejorar.
Fernando llegó a Hungría liderando el certamen con 34 puntos sobre el australiano Mark Webber y salió de Budapest con una ventaja seis puntos mayor respecto al piloto de Red Bull. Con 42 puntos sobre el compañero de éste, el bicampeón alemán Sebastian Vettel; 47 sobre el inglés Lewis Hamilton (McLaren), ganador ayer, domingo, en el Hungaroring; y 49 respecto al finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), que fue segundo en la pista de las afueras de la capital húngara y es quinto en el Mundial.
Fernando, que recordó que en condiciones de seco el Ferrari es el cuarto coche -después de Red Bull, McLaren y Lotus, realidad que refleja la clasificación de constructores- volvió a optimizar recursos en Hungría. No pudo igualar esta vez la cuarta mejor marca de la historia del inglés Nigel Mansell, que ganó 31 carreras, pero aumentó a 23 su racha de carreras consecutivas puntuando, situándose a una sola de la plusmarca del alemán Michael Schumacher, con siete Mundiales y 91 victorias.
El doble campeón mundial asturiano disfrutará de unas merecidas vacaciones desde el primer puesto de un Mundial en el que ha sido el único que ha ganado tres Grandes Premios. Alonso se impuso en los de Malasia -en Sepang, donde logró su tercera victoria con tres coches diferentes-, Europa -ante su afición, en Valencia- y Alemania -en Hockenheim-.