
Roland Schell (Rastatt, Alemania, 1963) es un claro ejemplo de la rotación de altos cargos que tan bien le está funcionando a Mercedes-Benz en los mercados europeos, pues antes de llegar a la presidencia de la filial española de la firma alemana ha pasado por la dirección general de turismos en Francia y en Italia, país este último donde también ocupó la presidencia del Consejo de Dirección de la compañía.
¿Quién es Roland Schell?
Entré en el grupo Daimler en 1993. Pasé por todos los puestos en el departamento de ventas, fui una persona de ventas hasta que me incorporé al 'brand market' de la creación de la marca smart. Y poco después pasé a Mercedes como jefe de concesión. En 2002 me trasladé a Berlín para trabajar en la tecnología del pago de peajes vía satélite en Alemania. Tras tres años muy 'tecnológicos' en la capital alemana me mudé a París como director general de Mercedes-Benz Cars y después comencé mi periplo italiano, en Roma, primero como director general de Mercedes-Benz turismos y después tres años como presidente de Mercedes-Benz en Italia. Y desde el 1 de octubre soy CEO y presidente de Mercedes-Benz España.
¿Qué tal estos primeros meses en España?
Para mí es un gran placer haber pasado de Italia a España, porque me siento mucho más europeo del sur que del norte, pues mi padre es francés, mi madre alemana y mi abuela era italiana. Además, me gusta mucho la gente en España, la calidad de vida y el carácter de los españoles. Son muy organizados.
¿Cómo es la rentabilidad de los concesionarios españoles? ¿Es mayor que la de los alemanes?
Sí. Un claro sí. Porque en España tenemos una red muy profesional. Después de la crisis en 2008-09, la red ha hecho un gran cambio, una gran transición, para adaptarse a la nueva situación. Y casi en paralelo llegó una nueva Clase A que tuvo un gran impacto en el mercado, con todo el resto de la gama, con productos muy adaptados al consumidor español. Y ahora tenemos una buena rentabilidad de la red Mercedes-smart tanto a nivel español como europeo. A nivel continental estamos muy bien, somos los primeros en rentabilidad en todas las redes de concesionarios.
¿Tiene la intención Mercedes de suceder a Audi como la primera marca Premium en España?
Sí. Es el objetivo para 2020. Estamos pasando una buena época en Mercedes tanto a nivel particular como de flotas. Ponemos mucha atención en mantener un producto Premium para el cliente final. Ponemos mucha atención en no hacer un acercamiento artificial, algo muy importante para los valores residuales. Es un equilibrio que tenemos que alcanzar también en la red. Ahora, el crecimiento llegará sucesivamente con nuevos productos. Hacemos las cosas de un modo adecuado para nuestros clientes. No queremos un mercado artificial, no exclusivamente de matriculaciones.
¿Cómo ve el tema de las limitaciones de circulación por cuestiones medioambientales?
Nosotros ponemos nuestra atención en primer lugar en tener cero accidentes. Después, nuestros esfuerzos se dirigen a la conducción libre de emisiones. La problemática hoy es muy simple, tenemos tres niveles de reglamentación: europea, nacional y ahora local, en ciudades como Madrid o Barcelona, en las Islas Canarias... Todos tienen diferentes ideas. Nosotros cumplimos los reglamentos, pero tenemos un desarrollo de cinco a seis años. Es imposible cumplir un reglamento a partir de mañana o en uno o dos años, solo porque el político decide qué es popular para él a cada momento. Es imposible. ¿Por qué? Porque cualquier gran desarrollo tarda de cinco a seis años. Tenemos que tener las ideas claras para el futuro. La política debe decidir hoy qué debe hacer la industria de la automoción dentro de cinco o seis años. Muy bien. Pero esto cambia todos los días. El impacto es social, porque la automoción en Europa es una gran industria que da mucho trabajo, y España es el segundo fabricante a nivel europeo, y los políticos están provocando que muchas personas pierdan su puesto de trabajo. Es un impacto social y cultural. Es un gran peligro para Europa. Estamos inmersos en una competición global. Hoy se ha perdido la guerra del diésel en Estados Unidos. Nuestra tecnología ha muerto en Estados Unidos. Y de estas forma estamos matando nuestra industria en Europa. Trump y los chinos brindan con champán cada día porque estamos destruyendo nuestra propia industria.
Algo se está haciendo mal con el diésel en general...
En Mercedes invertimos en automoción cada año mucho dinero, más de 3.000 millones de euros en el desarrollo de la movilidad del futuro: electricidad, conducción autónoma y todos los servicios de movilidad. No es posible hacer todo eléctrico, no es la voluntad de un gobierno, no es la voluntad de la automoción. La conducción eléctrica es una buena solución para la movilidad en capitales y los híbridos son una solución óptima para largas distancias. Lo que no debemos hacer es trabajar con políticos, con gobiernos, para una visión de la movilidad del futuro. Pero una visión global al menos europea. No podemos hacer tres niveles de reglamento: europeo, nacional y local. Debemos tener un reglamento único a nivel europeo. Si no hacemos eso, mataremos nuestra industria. No me gusta hablar de política, pero hoy la política crea un gran impacto en nuestra industria porque no es previsible.
¿Nos estamos cargando la industria del automóvil porque es muy difícil predecir qué quieren hacer los políticos?
Hay una visión única de la movilidad en las grandes ciudades de España. Pero hoy las soluciones son diversas: Barcelona, Madrid, las islas... Cada político piensa de una manera diferente para solucionar sus problemas. No existe una visión estructural. El problema es que los políticos ya no tienen una visión para solucionar los problemas de la sostenibilidad del futuro. Ellos solo ven un problema actual y quieren actuar inmediatamente. Si quieres solucionar los problemas de tráfico necesitas una visión real para los próximos 15 o 20 años. Será un mix de diferentes posibilidades para el sector público, el privado, carsharing... Tienes que crear un mix de la movilidad del futuro en la ciudad.
Hoy las marcas van cada una por un sitio con híbridos, eléctricos, gas...
Esto es ahora mismo un problema en Europa. En Hamburgo, por ejemplo, han cerrado varias calles del centro al tráfico, y la gente no sabe cómo ir a sus trabajos. No hay autobuses. Al final creas un problema para la sociedad. La gente tiene que ir al centro para hacer compras, por lo que creas un problema a las tiendas. Con la colaboración de Amazon se está matando el pequeño comercio en las grandes ciudades.
¿Cómo está el sector del automóvil en España?
En estos momentos estamos bien. En 2017 se han vendido más coches que el año anterior. Y nosotros, Mercedes, también batimos un nuevo récord. La tendencia es buena porque tenemos buenos coches y buenos servicios que los acompañan, y que gustan a los clientes. Espero que no haya un gran cambio con el nuevo Gobierno. Espero la siguiente sorpresa.
El Clase A ha tenido un lanzamiento espectacular.
Sí, ha sido un lanzamiento muy innovador. Hacemos innovación no solamente en los productos sino también en los servicios para los clientes. Porque hoy se busca una solución total. Un producto con servicios alrededor del coche.
¿Cómo será el futuro eléctrico de Mercedes?
Hemos empezado con el smart EQ, totalmente eléctrico. A partir de 2019 que viene la marca smart será ciento por ciento eléctrica. El año que viene lanzaremos también el Mercedes EQ, que será un SUV eléctrico..
¿Cuál es su postura en cuanto a las ayudas gubernamentales?
No necesitamos ayudas. Necesitamos unas reglas claras. Un reglamento que nos dé perspectivas claras de futuro. La industria se puede adaptar, pero los reglamentos tienen que tener soluciones a largo plazo. No quiero ayudas para los coches.
¿Y para el vehículo eléctrico?
La ayuda que necesitamos es la creación de la infraestructura. Es un desafío para el Gobierno y las eléctricas. Hoy, estamos creando nuestras propias infraestructuras para el smart EQ. Pero nosotros hacemos coches, no infraestructuras. ¿Por qué? Porque el Estado no ha hecho casi nada. Ésa es la problemática. En una ciudad como Madrid la gente no tiene garajes, necesita espacios públicos para recargar coches eléctricos. Si en una ciudad quieres tener 20.000 coches eléctricos, hablamos de 1.000 puntos de recarga, y no de cientos de miles. Acabamos de crear con Endesa una red de estaciones de carga repartidas por toda Ibiza. Nosotros, no el Gobierno.
Los puntos de recarga eléctricos no son tan caros.
En España no sabemos cuánto durarán los gobiernos. Hace un par de semanas he visto cómo aquí cambiáis de gobierno en plena legislatura. Lo siento, de verdad, porque siempre había pensado que España era uno de los países más sólidos. Ahora cambias la tendencia. Yo he estados seis años y he visto siete Gobiernos diferentes... Realmente espero que los políticos regresen a un punto donde tengan una visión clara. Pido dos cosas: un reglamento a largo plazo con el que podamos adaptar la industria; y que se creen infraestructuras. Pero no veo una solución clara para Europa.
¿Cómo cree que ve la sociedad a los fabricantes de automóviles?
Creo que los políticos no tienen muy en cuenta lo que dicen las asociaciones de fabricantes, por lo que el resultado es que la industria de la automoción es vista hoy como un enemigo para el medio ambiente, un enemigo al que hay que combatir. Y esto me hace sentir muy incómodo con respecto al futuro.