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¿Memorizar el seno de Pi/2?

  • Un sistema educativo basado en memorizar es una pérdida de tiempo
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La educación debe producir profesionales competentes y eficaces para resolver los problemas del mundo. El modelo evaluativo basado en la memorización no garantiza las competencias demandadas en el mercado laboral actual. A medida que las máquinas vayan realizando más funciones, y harán muchas tareas mejor que los humanos, los nuevos profesionales deben destacar en capacidades que no puedan realizar los robots con IA: creatividad, pensamiento crítico y habilidades sociales. Basar el aprendizaje en la memorización, tal vez preparaba a profesionales para empleos típicos del siglo XIX, mecánicos y predecibles, pero emplear hoy esa misma estrategia está lanzando al mercado a individuos cuyas habilidades son, en el mejor de los casos, redundantes si se comparan con una máquina.

Existen diferentes modos de memorización. La más célebre y también la más discutida es el aprendizaje "de memoria", esto es, la reproducción literal de una determinada cantidad de información. A este aprendizaje se puede llegar por la repetición mecánica o bien con ayuda de reglas nemotécnicas. El resultado es el mismo. Se trata de una instrucción elemental, que omite el contexto, obvia cualquier relación conceptual entre lo memorizado y otras ramificaciones de conocimiento. Es, a todas luces, un aprendizaje inútil, y en todo caso extemporáneo.

El debate está abierto desde hace décadas, cuando visionarios de la economía digital como Don Tapscott se plantaron contra la memorización, acusándola de ser la mayor pérdida de tiempo del sistema educativo en todos sus niveles. "Basta con que conozcan la Batalla de Hastings, sin tener que memorizar que fue en 1066", decía Tapscott, "los maestros ya no son la fuente de conocimiento; internet lo es". "Los niños deben aprender sobre la historia para entender el mundo y por qué las cosas son como son. Pero no necesitan saber todas las fechas", concluía.

El profesor de matemáticas Ben Orlin ofrece una explicación más sintética, mordaz y gráfica en un artículo en The Atlantic: "Vale la pena memorizar algunas cosas importantes. Pero el seno de Pi/2 no está entre ellas".

Otro aspecto relevante a tener en cuenta es el propio cambio en el cerebro como consecuencia de nuestros nuevos hábitos de conducta, condicionados a su vez por las interacciones con la tecnología. La forma de procesar información que tenían nuestros antepasados más cercanos no tiene nada que ver con la de los jóvenes hoy, que desde su infancia han aprendido a trabajar en multitarea sin que eso les suponga una merma de sus capacidades.

Los métodos de enseñanza dominados por la memorización están diseñados para generaciones anteriores, donde primaba la uniformidad y la producción y, en general, valores como la creatividad se contemplaban con desconfianza y desdén. Ahora una persona con capacidad multitarea es alguien que destaca por su transversalidad entre conocimientos, y es por lo general, un profesional altamente capacitado para resolver problemas del mundo real.

Un sistema educativo basado en memorizar es una pérdida de tiempo. Enseñar a memorizar es perder doblemente el tiempo. Evaluar según la capacidad de memorizar es la cuadratura del círculo del fracaso del sistema educativo. No es la sociedad o nuestra economía digital la que debe adaptarse al sistema educativo sino al revés. No empleemos nuestro recurso más escaso, el tiempo, en la insistencia estéril en la memorización.

Elaborado por Pablo Rivas, CEO & Founder de Global Alumni

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