
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que España encabeza la lista de los países europeos con mayor porcentaje de jóvenes infracualificados, es decir chicos y chicas entre 24 y 34 años que no cuentan con estudios de bachillerato ni de Formación Profesional equivalentes. A largo plazo esta cuestión se convierte en un problema para que puedan incorporarse de forma rápida al mundo laboral, ya que hoy en día contar con este nivel formativo es un requisito mínimo e indispensable. Muchas veces el abandono temprano de la secundaria superior se da porque parece que solo hay un único camino para llegar a la universidad, terminando el bachillerato y superando la prueba de selectividad. Pensando en este problema el Gobierno plantea en el nuevo proyecto de la Ley Orgánica de Universidades (LOSU) nuevas opciones para aquellos que no han podido terminar el bachillerato y no cuentan con esta titulación, sin embargo prefieren otras opciones para acceder a la universidad en España.
Acceder a la universidad sin título
Las opciones que habilitan a los estudiantes sin título de bachiller para poder ingresar a la universidad son varias, una de las más elegidas es la Formación Profesional de grado superior, a estos estudios se puede acceder con un título de Grado Medio de FP o con las pruebas de acceso a ciclos formativos de grado superior. Esta vía es una de las que más jóvenes logra atraer, por la gran oferta académica que ofrece, pero sobre todo por el nivel de inserción laboral que presenta. Según el Ministerio de Educación, la Formación Profesional es el tipo de estudios que más prepara a los jóvenes para la realidad del mercado laboral. Esto se da gracias a la necesidad de las empresas de contratar personal especializado en diferentes áreas. Y a su vez les da la posibilidad a los alumnos de continuar con sus estudios.
Otra forma de ingresar a la universidad es mediante las pruebas para mayores de 25 años, es un examen de acceso específico para aquellas personas que no tienen ninguna titulación. Estas pruebas son convocadas anualmente por las universidades y tienen una estructura similar a los exámenes de Selectividad, con una fase general con cuatro ejercicios (comentario de texto, lengua castellana y lengua extranjera) y una fase específica con dos materias relacionadas con una de las ramas de conocimiento (artes y humanidades, ciencias, ciencias de la salud, ciencias sociales y jurídicas, e ingeniería y arquitectura).
Para aquellos estudiantes mayores de 40 años, la vía para acceder a la universidad es la acreditación de la experiencia laboral, esto consta de dos fases, la primera una valoración de todo su recorrido profesional y una entrevista personal. Este proceso se realiza en la universidad que escoja el alumno y es válido para determinados grados dentro del centro educativo, para que puedan continuar su formación. En esta línea, el ministro de Universidades Joan Subirats insiste en que "la universidad no se circunscribe ya sólo a los jóvenes y que hay que estar formándose toda la vida por eso la Losu contempla esta necesidad de los campus de atraer a nuevos clientes de todas las edades y deben ser más flexibles en la creación de títulos."
En cambio la ley establece que para las personas mayores de 45 años que no pueden acreditar su experiencia laboral y no cuentan con ninguna certificación, pueden optar por una prueba de acceso adaptada, que les permitirá realizar cualquier tipo de estudios en las universidades españolas. Dicha prueba se divide en dos ejercicios, primero, un comentario de texto o desarrollo de un tema general de actualidad, y un examen de lengua castellana, además de una entrevista personal en la universidad que el estudiante esté postulando. Ramon Izquierdo, secretario estatal de ANPE, señala que "estas plazas suelen ser muy reducidas y para grados específicos limitando mucho el campo en el que se puedan preparar los estudiantes".
Finalmente la última para los estudiantes extranjeros que quiere cursar la universidad en el país, el primer caso son los estudiantes que proceden de países miembros de la Unión Europea, ellos deberán contar con el Bachillerato Europeo, el diploma de Bachillerato Internacional o estudios equivalentes al título de Bachillerato español, posteriormente deberán solicitar la acreditación o credencial a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Para aquellos alumnos extranjeros que provengan de territorios fuera de la UE, la lista de requisitos aumenta, deberán solicitar la homologación de sus estudios al título de bachiller español, dicho procedimiento se realiza a través del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Y deberán finalmente, realizar las Pruebas de Competencias Específicas (PCE) en la UNED, que les dará el completo acceso a las universidades españolas.