Madrid Futuro, asociación sin ánimo de lucro, tiene como objetivo dinamizar la ciudad con proyectos que mejoren la vida de los ciudadanos, ha puesto en marcha el proyecto de Economía Circular que busca mejorar el acceso a la tecnología para poder erradicar la brecha digital en la ciudad. Pablo Vázquez, director de Madrid Futuro, comenta sus principales objetivos.
¿De qué se trata el proyecto economía circular?
La idea es muy sencilla: las empresas que quieran participar en este programa donan aquellos dispositivos electrónicos que ya no usan. Exxita, que colabora con Madrid Futuro, se ha comprometido a arreglarlos y ponerlos a punto; más tarde, los entregamos a fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro que lo destinan a colectivos con dificultades de acceso a la tecnología, la gran mayoría menores escolares. La iniciativa está teniendo una gran acogida, tanto, que las empresas que contactan con nosotros no solamente quieren donar también contribuir con jornadas en las que voluntarios reacondicionen los ordenadores. Cualquier empresa interesada puede ponerse en contacto con nosotros porque el proyecto está abierto a cualquier entidad que quiera participar.
Además, en los próximos meses abriremos una campaña de donaciones de dispositivos electrónicos estableciendo puntos de recogida de dispositivos electrónicos en toda la ciudad. Una iniciativa pionera con la que se quiere hacer participe a toda la sociedad.
¿Por qué es importante invertir en este tipo de proyectos?
Durante las fases más agudas de la pandemia se ha constatado como la falta de acceso a la tecnología ha supuesto una importante limitación. Según datos que ha recabado Madrid Futuro, la pandemia ha incrementado la brecha digital sobre todo a mayores y colectivos vulnerables, afectando al 35% de la población; sin embargo, se ha incrementado la venta de ordenadores en torno a un 27% durante el 2019, según Intel. Datos que constatan como la brecha digital aumenta solo en una parte concreta de la sociedad por lo que es clave crear un modelo que perdure en el tiempo para donar dispositivos electrónicos que puedan ser reutilizados. Por otro lado, invertir en este tipo de proyectos ayuda al medio ambiente y la sostenibilidad. España es el quinto país de la UE que más basura electrónica genera.
¿Cuál es el principal objetivo?
Con este proyecto desde Madrid Futuro queremos lograr un doble objetivo: reducir la brecha digital en colectivos desfavorecidos de la capital, al tiempo que minoramos la basura tecnológica dando a los ordenadores desechados una segunda vida. Se trata, en definitiva, de acabar con esta cultura de usar y tirar para poder dar una segunda vida a los dispositivos electrónicos que ya no se utilizan y que, además, son tan necesarios para otras personas.
Es básico que todos tengamos las mismas oportunidades y si un menor o adolescente se queda desconectado parte de una situación de inferioridad respecto al resto.
¿Cómo ayuda este proyecto a erradicar la brecha digital?
Este proyecto es la segunda fase de Brecha Digital, con el que ayudamos a más de 3000 familias donando 1000 dispositivos electrónicos a alumnos de colegios vulnerables del sur de Madrid. Se trataba de una acción puntual de emergencia para ayudar a todos los menores que estaban en sus casas y que así pudieran seguir las clases. Además, hicimos un acompañamiento con voluntarios digitales que les impartieron clases personalizadas para enseñarles a utilizar los dispositivos. Ahora, hemos dado un paso más con el proyecto de Economía Circular, con el que queremos crear un modelo autosostenible en el que vamos a ayudar principalmente a tres colectivos afectados por la desconexión digital. Los jóvenes en riesgo de exclusión social, especialmente entre los 12 y los 17 años, para continuar con el seguimiento escolar; a los desempleados de larga duración, para que tengan la capacidad de reinsertarse en el mercado laboral y, a inmigrantes en exclusión social, para que puedan adaptarse al modelo de vida y adquirir todas las competencias necesarias.
¿Cómo se puede erradicar la brecha digital?
Uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 es precisamente erradicar la brecha digital y para ello se han puesto en marcha iniciativas en todo el mundo. Algunas de ellas consisten en programas de alfabetización digital, instruyendo a habitantes de zonas menos desfavorecidas en el uso de internet; otras, en alianzas para abaratar el coste de la banda ancha. Por ejemplo, Facebook impulso el Free Basic junto a otras seis compañías para dar acceso gratuito a una serie de weds a través dl móvil, una iniciativa implementada en economías emergentes en África, Asia y América Latina.
En España también se están poniendo en marcha estrategias público-privadas para acabar con la brecha digital, por un lado, invirtiendo en infraestructuras ya que donde no existen es imposible construir competencias digitales reales, y, por otro lado, fomentando la educación en competencias digitales de calidad y facilitando el acceso a la tecnología.
Junto a nuestra iniciativa de Economía Circular para crear un modelo que perdure en el tiempo autosostenible estamos colaborando con el Ayuntamiento de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid con el PLAN SURES, que ha destinado 280.000 euros para reducir la brecha digital en el sur y este de Madrid, con un programa de acompañamiento psicoeducativo y escolar de manera telemática a familias y alumnado en situación de vulnerabilidad, en niveles preuniversitarios, para mejorar sus competencias digitales, fomentar buenos hábitos de estudio y proporcionar herramientas de gestión emocional en el ámbito escolar.
¿Cuáles son las principales causas de la brecha digital?
Las principales causas están relacionadas con la diferencia socioeconómica. La discriminación tecnológica constituye una forma de pobreza y exclusión social que priva a una parte de la sociedad de los recursos necesarios para generar riqueza. En África solo el 39,3 % de sus habitantes viven conectados, frente al 87,2 % de los europeos y el 94,6 % de los norteamericanos. Por eso crear un modelo que perdure en el tiempo autosostenible y autogestionable es una de las alternativas a esta problemática.
¿Cuáles son las consecuencias de la brecha digital?
Lo queramos o no la brecha digital es el analfabetismo del siglo XXI. España es la decimotercera potencia en el mundo, pero en lo que respecta a su transformación digital, desciende al puesto 23 en el Índice de Competitividad Global. Una de las consecuencias es el aislamiento social en un mundo cada vez más digitalizado. También supone una barrera de estudio y conocimiento, alumnos que se quedan fuera de juego por carecer de tecnología y competencias digitales.
¿Por qué la brecha digital es un problema social?
Existen principalmente dos tipos de brecha digital. La primera de acceso, no disponer de dispositivos electrónicos ni conexión a internet; la segunda, de uso: la falta de competencias digitales que impide el uso de la tecnología. Es clave trabajar ambas de la mano para que los programas que se centran en erradicar la brecha digital funcionen con éxito. Todo ello conlleva a partir de una clara desigualdad de oportunidades que impiden la formación, el encuentro de un puesto de trabajo, la relación con las administraciones públicas, en un mundo que camina hacia la digitalización.
¿Qué pasa con los excluidos de la tecnología?
Al igual que hace siglos los alfabetos que no sabían leer ni escribir se quedaban atrás con menos oportunidades. Lo mismo pasa con la brecha digital y la alfabetización del siglo XXI. Según el INE, en España el casi 4,1 millón de viviendas en España no disponen de acceso a Internet; un 25% de los hogares españoles están excluidos del universo digital.
¿Cómo se puede reducir el impacto ambiental, generado por la tecnología?
Una de las calves es elegir aparatos duraderos para generar menor impacto. Si ya tenemos basura digital en casa lo ideal es reciclarla o reutilizarla, como es el caso de nuestro proyecto de Economía Circular.