Más del 85% de los niños y jóvenes españoles sufrieron trastornos psicológicos durante la pandemia. El 2020 será un año recordado por toda la sociedad, que vio cómo en poco tiempo una pandemia cambió completamente la forma de vivir.
El confinamiento en ese momento fue una medida preventiva y necesaria, para evitar más contagios, pero esto, hoy en día, está pasando factura a la salud mental de los niños y adolescentes, sobre todo a los más pequeños.
Un día abandonaron el colegio más de siete millones de estudiantes sin saber que tardarían muchos meses en volver a encontrarse con sus compañeros y profesores. Esto limitó la interacción social de los niños a únicamente a los miembros de su familia. En el caso de los adolescentes, el uso de las redes sociales los mantuvo en contacto con sus amigos y compañeros. En general, los más pequeños suelen adaptarse de forma más rápida a situaciones novedosas sin mayor dificultad y muchas veces con más éxito que los adultos. Sin embargo, ¿contaban con los suficientes recursos para afrontar este cambio? ¿Varias semanas sin salir de casa afectaron su bienestar emocional? Frente a esta situación tan inesperada, hoy, muchos meses más tarde, hay varios estudios que nos muestran algunas respuestas.
La salud mental en niños
En una de las primera investigaciones hechas en España, publicado en Frontiers in Psychology, una de sus conclusiones fue que el 85,7% de los padres españoles observaron cambios en el estado emocional y comportamiento de sus hijos durante la cuarentena. Mostrando síntomas como: aburrimiento, irritabilidad, inquietud, nerviosismo, sentimientos de soledad, mayor dependencia de los padres y se mostraban más intranquilos y preocupados. También, el uso de pantallas aumentó considerablemente en un 89,7%, los estudiantes utilizaban pantallas durante al menos 60 minutos al día. Estos cambios en las rutinas en los jóvenes se relacionó con la percepción que los padres tenían sobre la Covid-19. Específicamente, un mayor nivel de estrés en las familias hacía que exista un mayor uso de aparatos electrónicos, menos tiempo de actividad física y pocas horas de sueño sobre todo en los más pequeños, según Frontiers in Psychology.
Clima familiar favorable
Establecer una rutina es la clave para ayudar a los niños en situaciones de incertidumbre y la información reduce sus preocupaciones. Un clima familiar favorable, con niveles bajos de estrés sobre todo en los padres, ayuda a los niños a poder sobrellevar de una mejor manera la situación. La mayoría de aspectos recomiendan tener en cuenta los siguientes puntos; establecer tareas conjuntas, socializar virtualmente con otros familiares y amigos, alimentos saludables con mayor fuente de vitaminas y realizar actividad física. En el inicio de la pandemia casi ningún gobierno tomó las medidas necesarias para proteger la salud mental de los niños y adolescentes, era un tema que estaba en segundo plano para la importancia de la emergencia sanitaria. Se desconocía casi todo sobre el virus y cómo podría cambiar la forma de vivir y sobre todo el bienestar emocional de las familias. Ahora, muchos meses más tarde, se cuenta con la información para implementar medidas a fin de que los niños y los adolescentes no sufran los efectos psicológicos de la Covid-19.
La pandemia mostró la importancia de la salud mental y la necesidad de prestarle atención. Por ejemplo, las personas que han superado la Covid-19 pueden tener un mayor riesgo de tener secuelas en su salud mental. Según la OMS una de cada cinco personas que han pasado la enfermedad, se han enfrentado por primera vez a un diagnóstico de ansiedad, depresión o hasta insomnio. El informe Mental Headway 2023 sitúa a España como uno de los países que menos invierte en salud mental, pero también deja claro que la riqueza de un país o la cantidad de profesionales en el área no garantizan una sociedad más feliz. El informe pone a España debajo de la media en comparación con los países nórdicos, como Suecia que invierte el doble, el 10% de su presupuesto sanitario. Pese a estos datos España presenta menos suicidios por cada 100.000 habitantes con un ratio de 7,5 siendo esta cifra inferior a la media europea. En cambio en los países nórdicos los datos son menos favorables, Suecia presenta un ratio de 12,1, mientras que Finlandia dobla el dato español con un ratio de 15. Esto hace que muchas veces se piense ¿A más dinero mejor salud mental? La crisis económica muchas veces puede tener un impacto en la salud mental de los ciudadanos. Sin embargo, con los datos del informe de Mental Headway se puede comprobar que los países ricos no siempre son los mejor parados. España presenta una renta per cápita que es la mitad de Finlandia y Suecia, y su ratio de suicidios es muy inferior al de estos países.
Los trastornos mentales afectan hoy al 4% de niños y adolescentes entre 4 y 14 años.
Nuevas metas mundiales
Las metas mundiales del Plan de Acción Integral sobre Salud Mental de la OMS, hablan sobre la inclusión de la salud mental y el apoyo psicosocial en los planes de preparación para emergencias, la integración de la salud mental en la atención primaria de salud y la investigación. Priorizar la atención de los trastornos mentales, estableciendo propuestas concretas, metas y objetivos que permitan mejorar la calidad de vida de las personas que tienen problemas de salud mental y sus familias. Hoy los datos del Atlas de Salud Mental muestran que hay un camino para conseguir que en todo el mundo tenga un acceso de atención de salud mental. Dévora Kestel, Directora del Departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la OMS. "Sin embargo, me alienta el renovado vigor que vimos por parte de los gobiernos cuando se debatieron y acordaron las nuevas metas para 2030, se que juntos podamos hacer lo necesario para dar pasos de gigante en los próximos 10 años."