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Más del 40% de los alumnos españoles estudian en un centro 'gheto'

  • El Relator visitó una escuela de Andalucía con un alumnado 100% gitano
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El 44 % del alumnado en España y el 72% de los hijos de familias vulnerables estudian en escuelas que, a efectos prácticos, pueden calificarse de segregadas.

En ellas, los alumnos son mayoritariamente pobres, de etnia gitana y migrantes, además de presentar una gran concentración de estudiantes con mayores necesidades de apoyo. Así lo pone de manifiesto el informe del Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de Naciones Unidas, Philip Alston, realizado a partir de su visita a España entre el 27 de enero y el 7 de febrero de 2020.

Durante los 12 días que pasó en España, el Relator Especial visitó Galicia, el País Vasco, Extremadura, Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid, y se reunió con autoridades de las administraciones municipales, autonómicas y estatal; representantes de la sociedad civil; miembros del mundo académico, y personas afectadas por la pobreza urbana y rural.

En su informe, denunció que la segregación escolar aumenta la repetición de curso y las tasas de fracaso y abandono escolar.

En 2018, España era el país de la UE con mayor tasa de abandono escolar, y el segundo en cuanto a repetición.

Además, los alumnos de familias sin recursos repiten seis veces más que el resto de estudiantes. "Todo esto supone una sangría de recursos para el sistema imposible de asumir".

El Relator visitó una escuela de Andalucía con un alumnado 100% gitano y un índice de abandono escolar antes de terminar la enseñanza secundaria del 75 %. A pesar de vivir en una de las zonas más pobres del país, las familias recibían muy pocas ayudas.

En su opinión, concentrar a las niñas y niños de los estratos más pobres en las mismas escuelas no es la mejor forma de lograr buenos resultados educativos ni de superar la pobreza.

Destacó que España proporciona educación gratuita pero que en muchos casos las familias tienen que asumir los gastos de transporte, comida, libros de texto y otros materiales, a pesar de las iniciativas existentes para sufragarlos.

Según Save the Children, esos gastos aumentaron en un 34 % entre 2009 y 201638, y el 32 % de las familias tienen dificultades para pagar los gastos de educación.

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