
Las abultadas pérdidas de los bancos ingleses han tomado a varios agentes de manera muy desprevenida, que en avalancha se han tirado a resguardarse en las monedas refugio. La libra esterlina lo ha pagado con unas importantes caídas frente al dólar y al yen, por lo que parece decir adiós a su trono, ya que hace un año era la divisa con los intereses más altos dentro de las del G-7.
Si hay un comentario que ha sido muy ilustrativo, a la vez de categórico, han sido las palabras del famoso inversor estadounidense, Jim Rogers, que en una entrevista concedida a Bloomberg señalaba esta mañana: "los insto a que vendan todas las libras que puedan tener. Se acabó, odio decirlo así, pero el Reino Unido es historia. No pondría en el un solo centavo en él". Está más que claro que esto no es ninguna recomendación, pero es para mostrarles la percepción de varios operadores en el mercado de la libra.
Más allá de las declaraciones un poco extremistas de Rogers, éste señalaba un punto interesante referente a la economía británica. Sus grandes fuentes de ingreso, los servicios financieros y la extracción de crudo del Mar Norte vienen disminuyendo considerablemente, evidenciando así, el deterioro de la actividad una vez pinchada la burbuja crediticia en agosto de 2007. En este contexto, ya nadie duda que el Banco de Inglaterra (BoE) llevará los tipos de interés a los mismos niveles que Estados Unidos y Japón, en el entorno del 0%.
Bancos británicos en problemas
El sector financiero inglés podría estar registrando sus mayores pérdidas trimestrales de la historia. Para empezar, se teme que Royal Bank of Scotland registre en ese periodo pérdidas récord de 40.000 millones de dólares. Por otra parte, las especulaciones sobre HSBC también son grandes. Se rumorea que tendría que recaudar en capital entre 30.000 y 50.000 millones de dólares.
Como consecuencia, el yen (GBPJPY) no sólo se encuentra en máximos históricos frente a la esterlina, sino que lleva acumulado un avance de más de 5% en las últimas cuarenta y ocho horas. Podríamos estar en el comienzo de una caída histórica.
Con el billete verde (GBPUSD), que también ha avanzado esta semana más de un 5% frente a la reina destronada, ha perdido el soporte ultra psicológico de los 1,4000 dólares. Vemos la libra en estos momentos en plena caída libre, lo que muestra cómo las perspectivas económicas y crediticias van de mal en peor para el Reino Unido.
Si bien todos sabíamos el estado calamitoso de éste, nadie imaginaba que sus bancos fuesen a registrar semejantes resultados. En este contexto, es mucho más difícil pensar en una reactivación crediticia en los próximos meses, lo que penaliza aún más a la economía.