
El año 2009 se presenta repleto de interrogantes para el billete verde. Esto es común a todos los mercados, que buscan la estabilidad tras un 2008 no apto para cardíacos, pero el dólar se enfrena a algunos factores particulares, algunos a su favor y otros en su contra, que hacen difícil cualquier predicción a largo o medio plazo.
A favor
Recordemos los principales factores que apoyaban la intensa recuperación del dólar, truncada en las últimas semanas:
Un mayor dinamismo de la economía americana en lo que a la reacción a las medidas tomadas se refiere. Parece lógico que la economía americana reaccione más rápido, que por ejemplo la europea, propiciando una recuperación más acelerada.
Por otro lado el dólar ha venido manifestando un efecto que lo sitúa como último activo refugio cuando la situación de los mercados se torna desesperada.
Otro factor estacional es el hecho de las elecciones presidenciales ya que históricamente los meses anteriores a estas acostumbran a ser alcistas para la divisa americana.
En contra
Bien, veremos que parte de estos factores pierden fuerza y nos enfrentamos en cambio a otros de importante sesgo bajista para la divisa estadounidense:
Por una lado las elecciones pasaron, por otro, la política de tipos cero adoptada por la Reserva Federal inunda el mercado de dólares lo cual obviamente es un factor bajista.
El enorme déficit creado por los planes de rescate y otras medidas de estímulo a la economía tampoco ayudarán a largo plazo.
La correlación inversa con el precio del crudo parece rota últimamente, además, el bajo atractivo de la deuda americana (debido a los bajos tipos de interés), la confirmación de la recesión y los últimos trapos sucios del sector financiero restan atractivo como divisa refugio al dólar a favor de monedas como el franco suizo.
A estos factores debemos añadir la posible segunda oleada de impagos hipotecarios en EEUU. Tras las famosas subprime, otros activos hipotecarios amenazan con hacer mella en el maltrecho sistema financiero americano. Se trata de las conocidas como Alt-A y el subgrupo Option ARM. Estos créditos de calidad crediticia intermedia -superior a las ninja pero que no alcanzan el nivel de prime o standard- pueden protagonizar un segundo brote de impagos tan intenso como la ya vivida, dado el desplome de los precios de la vivienda en Estados Unidos. Esto sin duda no serían buenas noticias para el billete verde.