
La situación de la 'moneda única' es esencial a la hora de su contratación, puesto que la rentabilidad final del producto estará determinada por la variación del tipo de cambio de la divisa elegida.
No son los más publicitados, pero son una alternativa más. Los depósitos en otras divisas, frente a los ofertados en euros, pueden ser un arma de doble filo. Entre sus inconvenientes figuran el menor rendimiento que brindan respecto a los ofertados en moneda local y, además, el riesgo que lleva implícito el tipo de cambio. Sin embargo, el escenario actual, en el que euro ha tomado impulso con la propuesta para recapitalizar a la banca europea, dota de atractivo a los productos en moneda extranjera.
La razón es sencilla. El ahorrador debe tener en cuenta que la entidad en cuestión cambiará los euros que desee invertir a la divisa elegida, de ahí la importancia de que la moneda única se aprecie cuando opte por su contratación. Sin embargo, para lograr un beneficio notable al vencimiento del producto es preciso que la moneda extranjera se aprecie frente al euro. Aunque nadie conoce con certeza cuál será el devenir de nuestra divisa, hay indicios que ayudan a intuirlo. La crisis de deuda periférica continuará perjudicando a la moneda única respecto a sus principales cruces, sobre todo el día en que Grecia confirme una quita de su deuda superior al 50 por ciento.
Aunque la oferta de estos depósitos es variada, los más comunes son en libras y en dólares. Un ejemplo es la alternativa de Oficinadirecta -banco online de Pastor- que posibilita la elección de distintos plazos, que oscilan entre una semana y un año, en ambas monedas. El rendimiento a 12 meses será del 0,5 por ciento para las inversiones en dólares, y del 1 por ciento para las realizadas en libras. Mientras, Bankinter brinda a un mes un 0,21 por ciento, a partir de los 71,1 dólares; mientras que la oferta en libras es amplia, siendo el máximo rendimiento un 0,63 por ciento con un vencimiento de 2 años. Otra opción es la de Barclays. El suyo, a un año, remunera al 1,5 por ciento, a partir de una inversión mínima de 3.000 dólares o libras.