
Impulsadas por el crecimiento de China y otros emergentes, las divisas de los países exportadores de materias primas (o commodity-backed currencies), como Australia o Canadá, pueden eclipsar a corto plazo a las monedas más poderosas del mundo: el euro y el dólar.
Los desafíos a los que se enfrenta Estados Unidos, sobre todo en el mercado laboral y el sector inmobiliario, están haciendo que la recuperación económica no se esté desarrollando lo suficientemente rápido como para convencer a los inversores de una subida temprana de los tipos por parte de la Fed.
Así, el dólar sigue languideciendo por el peso del bajo precio del dinero, mientras que al euro no le va mucho mejor, ya que las preocupaciones sobre la estabilidad financiera de algunos miembros de la eurozona le impiden aprovechar las horas bajas del billete verde para brillar.
La hora de las 'CBC'
Con este panorama las divisas que están ahora mismo mejor posicionadas para sacar tajada de la mejora de las condiciones en los mercados globales son las de grandes exportadores de materias primas como Australia, Canadá y Nueva Zelanda, informa Wall Street Journal.
A estas tres monedas se las llama a menudo el bloque dólar puesto que, en general, suelen avanzar o retroceder al unísono.
"Los países en los que estamos invirtiendo son los que tienen un papel importante en la historia de la recuperación global", y de ellos, los emergentes y los países exportadores de materias primas son los más atractivos, señala Geoffrey Pazzanese, co director del fondo intercontinental de Federated Investors.
Oportunidad pasada y futura
Cuando a finales de 2009 la recuperación económica global empezó a estar en boca de todos, Investec Asset Management vendió algunas inversiones que había hecho en las monedas del bloque dólar, para tomar beneficios en una inversión que le había reportado grandes ganancias. Ahora, vuelve a las andadas.
"Hemos vuelto a asumir otra vez parte de ese riesgo, dado que el entorno es más que positivo", apunta Thanos Papasawas, jefe de divisas de la firma, que añade que tienen "bastante confianza en que las divisas apoyadas en materias primas van a aguantar a muy buenos niveles. Incluso aunque finalmente no vivieran un rally muy abrupto contra el dólar americano, se apreciarán de todas maneras", sentencia.