El dólar alcanza los máximos anuales apoyado principalmente por el balance positivo de los datos macroeconómicos en EEUU que, parece mostrar un escenario de progresiva recuperación.
El gasto personal, al igual que el ahorro, parecen mostrar signos de recuperación, en lo que respecta a las peticiones semanales de desempleo también se ha podido apreciar una cierta mejora respecto a las previsiones. Sin embargo, no todo han sido buenas noticias desde el punto de vista macro, en este sentido, los pedidos de bienes duraderos han mostrado poca confianza de los inversores en una recuperación a medio plazo de la economía, que se refleja en una actitud reacia hacia compromisos económicos de larga duración. Pero como hemos comentado, el balance general de los mercados frente a esta batería de datos ha sido positivo viéndose reflejado en los avances de los principales indices generando así un descenso de la aversión al riesgo propicio para que el euro superase sus máximos anuales frente al billete verde.
No obstante, sobre los últimos avances del euro y los niveles alcanzados frente al dólar, el Fondo Monetario Internacional se ha manifestado mostrando su malestar y sus recomendaciones para que esta tendencia no se fortalezca.
En este sentido ha comentado que una demora prolongada en la reversión de las medidas de estímulo fiscal de la zona euro, podría hacer aún más fuerte la tendencia iniciada en marzo y que, ha provocado una revalorización de más del 14%.
El mandato del BCE, a diferencia de la Fed, es sólo para contener la inflación, mientras que la Fed tiene el doble mandato de controlar la inflación y promover el empleo. Si a medio plazo, los riesgos de aumento de la inflación se incrementan , el BCE tendrá un enfoque diferente al de la Fed, y tendrán que actuar en consecuencia, teniendo en cuenta las operaciones de “carry trade†y el flujo de capitales buscando rentabilidad, esto podría exacerbar la sobrevaloración del euro.
Francisco López Ollé
