Nada cambia en el mercado de divisas, que se mueve al ritmo que marcan las bolsas mundiales. El dólar sube impulsado por los temores sobre la recesión global y la salud del sector bancario, que pesaban sobre las acciones mundiales y favorecían la demanda de la moneda estadounidense como refugio seguro.
El euro (EURUSD) cotiza en torno a los 1,2614 dólares. Se ha movido en la sesión entre un máximo de 1,2727 y un mínimo de 1,2555.
"El último hueco bajista ha vuelto a ofrecer resistencia con una superación intradiaria que nos marca ahora la zona clave para reconsiderar nuestras ideas. Por encima de los máximos del viernes se abriría la posibilidad de un doble suelo. Entra tanto, los precios permanecen igual", destacan los analistas de Bolságora en Ecotrader.
"Seguimos pensando en que deberían acercarse más a la zona de los 1,23 antes de intentar un rebote serio; por lo que no debemos replantearnos seriamente mientras la relación euro/dólar permanezca bajo la resistencia de los 1,30 dólares por euro", añaden. Ver el gráfico.
Monedas y bolsas
Las monedas han seguido a las acciones en las últimas semanas. El dólar tiende a beneficiarse cuando las acciones bajan porque los inversores buscan refugio seguro ante el temor de un colapso bancario internacional.
"El dólar parece ser el único refugio seguro que queda ahora, cuando tanto el yen como el franco suizo están bajo presión", ha declarado a Reuters Robert Blake, estratega cambiario de State Street en Boston. "Ciertamente, estamos en modalidad de aversión al riesgo y ahora el negocio es comprar dólares, lo que en gran medida refleja una enorme repatriación de fondos a Estados Unidos", explica.
Las preocupaciones por el panorama del sector bancario se intensificaron después de que Lloyds anunciara el fin de semana que el Gobierno británico asumiría una participación de hasta el 77% en el banco, tras aceptar suscribir 260.000 millones de libras esterlinas en activos de riesgo.
El anuncio ha llevado a la libra esterlina (GBPUSD) a mínimos en seis semanas frente al dólar. En concreto, la moneda británica ha tocado suelo en 1,3743 dólares, el nivel más bajo desde el 26 de enero.