Víctor Yuste Jordán, director general del Foro Interalimentario, analiza la posición clave del sector agroalimentario en España.
Al cumplirse el 5º aniversario de elEconomista Alimentación vemos que son muchos los avances, retos y oportunidades que el sector agroalimentario ha experimentado en estos años. Las magnitudes que sustentan estas fortalezas son numerosas e incuestionables habiéndose convertido en motor de la economía y fuente de generación de riqueza y empleo.
Su posición es clave en el contexto económico y comercial y se afianza como el primer sector industrial manufacturero de España con un recorrido de crecimiento elevado… si continuamos haciendo bien las cosas.
Año a año el sector de la alimentación no ha dejado de incrementar su nivel de crecimiento; los magníficos datos en exportaciones y su posicionamiento en Europa y terceros países está siendo emblemático, sin olvidar, el cada día mejor abastecimiento del mercado nacional con productos de mayor calidad, con una alta seguridad alimentaria y al mejor precio posible. La cesta de la compra alimentaria de los españoles es una de las más asequibles de Europa.
Todo este recorrido de mejora ha sido posible por la unión, el trabajo y el esfuerzo de todos los eslabones de la cadena agroalimentaria: el sector primario -agricultores, ganaderos, pescadores-, la industria y la distribución, yendo de la mano de los consumidores. Estos son, al fin y al cabo, el objetivo de toda la cadena y los que deciden si somos merecedores de su confianza satisfaciendo sus necesidades.
Todo este proceso ha contado con el impulso y la ayuda de las Administraciones Públicas. En estos años se han creado estructuras para garantizar su sostenibilidad y fortaleza, se han puesto medios para crear escenarios de crecimiento constante, concienciando de la necesidad de conceptos como la eficiencia, la innovación, la digitalización, la sostenibilidad, la economía circular y la lucha contra el desperdicio alimentario.
Leyes como la de Cadena Alimentaria, Calidad Alimentaria, Integración de Cooperativas, Garantía de la Unidad de Mercado, la creación de la AICA, el Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria, el Reglamento UE de Etiquetado, el nuevo Reglamento UE de Control Oficial de los Alimentos y diversas acciones a nivel autonómico, contribuirán, con sus luces y sus sombras, a que el escenario de crecimiento sea continuado.
Siendo España un país referente en alimentación, tenemos la responsabilidad de ejercer liderazgo en defender, fortalecer e impulsar la calidad de nuestros alimentos.