La cadena de distribución incorpora a sus filas a un centenar de nuevos proveedores de nuestro país, donde ya cuenta con 600. Además, ha incrementado un 18 por ciento sus referencias de productos.
La cadena de distribución Lidl ha dado una nueva muestra de su apuesta por el producto español, al incrementar en un 20 por ciento su número de proveedores en nuestro país, pasando de 500 en 2014 a 600 en 2015. Un incremento que también se ha sentido en su surtido. Según han confirmado a elEconomista Alimentación fuentes de la firma, Lidl tenía al cierre del pasado ejercicio un 18 por ciento más de productos que un año antes, al haber pasado de las 2.200 a las 2.600 referencias en ese periodo.
Ese aumento de proveedores y ese incremento en el surtido no se apreció sin embargo en todas las mercancías, en lo referente al volumen de negocio de Lidl con sus proveedores. ¿Por qué? Por la bajada de precios de compra causada por la bajada de precios en origen de algunas materias primas. Ahora bien, ese aumento sí se reflejó, por ejemplo, en el caso particular de la familia de fruta y verdura, donde el volumen de compra pasó de 1,075 millones en 2014 a 1,200 millones en 2015.
Estas cifras hacen que un año más, Lidl sea el cliente número uno de la huerta española, a la que adquiere una sexta parte de su producción total de frutas y hortalizas para luego venderlas, tanto en sus tiendas en nuestro país, como en las que tiene fuera de nuestras fronteras.
Además de haber incorporado un centenar de nuevos proveedores españoles en el último año, Lidl ha logrado en 2015 mejorar sus cifras de empleo, expansión, inversión y ventas en nuestro país.
En el capítulo del empleo, Lidl generó 1.200 nuevos puestos de trabajo en España, con lo que triplica así sus previsiones iniciales y se dota de una plantilla de 11.500 empleados en nuestro país. Unos empleados que han visto cómo Lidl firmó a principios de marzo su primer convenio colectivo en España, donde se establece en 8,5 euros/hora el sueldo mínimo en la empresa. Según detalla la compañía, la mayor parte de esas nuevas incorporaciones sirvieron para cubrir las vacantes generadas por la apertura de las 30 nuevas tiendas que Lidl inauguró en 2015, para tener a día de hoy un parque comercial formado por 535 unidades.
En este sentido, aunque durante el año pasado Lidl abrió nuevos puntos de venta en España en lugares en los que anteriormente no tenía presencia, una gran parte de los 30 nuevos establecimientos inaugurados en 2015 en nuestro país se correspondieron con sustituciones de antiguos inmuebles ya existentes. El objetivo de esta renovación es el de adecuar el porfolio de tiendas al estándar constructivo actual de Lidl, que permite a la compañía ofrecer a sus clientes el mejor servicio. Sea para abrir nuevas o para remodelar algunas de sus tiendas más antiguas, Lidl pudo hacer frente a esa expansión y consolidación de su porfolio en España gracias a una inversión en nuestro país un total de 262 millones de euros en 2015. Esta cifra de inversión supuso un 30 por ciento más de lo planificado a principios del ejercicio y un 27 por ciento más que lo invertido durante el ejercicio anterior.
Inversión récord
Además, esas cifras convierten la de 2015 en la mayor inversión que la empresa ha realizado en un único ejercicio en los más de 20 años de historia de la compañía en nuestro país. De hecho, con la realizada en 2015, Lidl acumula una inversión en España de más de 2.500 millones de euros, desde su llegada a nuestro país en 1994. De estos, alrededor de 1.000 millones corresponden al periodo 2010-2015, los de la crisis y la coyuntura económica adversa.
A esos logros se suma el de haber incrementado sus ventas. Y es que Lidl cerró el ejercicio 2015 con unas ventas netas en España de 3.048 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,5 por ciento en relación al ejercicio anterior. Unas ventas en las que los frescos tuvieron mucho que decir, gracias a la apuesta que Lidl ha hecho por este tipo de productos en su estrategia comercial.
Durante el último año, la cadena también vio cómo el número de clientes que realizaban sus compra en sus establecimientos crecía en un 8 por ciento, rebasando los 3,5 millones de clientes semanales.