Woody Burger & Lobster implanta en Madrid el primer 'seafood' de España, un restaurante que sirve bogavantes, gambas, gambones y... hamburguesas, a un coste medio de 17 euros.
De Canadá hasta España pasando por Estados Unidos y por la capital británica. Ése es el camino que ha recorrido desde sus orígenes hasta nuestro país el el seafood. Un concepto de restauración que apuesta por una carta basada en el marisco, especialmente el bogavante -muy común en la costa este de Norteamérica- y las hamburguesas, y que ya cuenta con un local en Madrid, gracias a la apuesta de Eduardo García y de Nuria Muriel.
Dos empresarios que descubrieron la existencia de este concepto por la prensa española y que tras visitar el primer local del seaffod londinense cruzar el Atlántico para ver de cerca cómo funcionaba este modelo de negocio decidieron abrir un primer restaurante de Woody Burger & Lobster en el centro comercial 3C de Tres Cantos. Un local al que en breve seguirá otro en el barrio madrileño de Montecarmelo, según han explicado los dueños de esta firma a elEconomista Alimentación.
Un local que operará en régimen de franquicia y que contará con una participación de García y Muriel. Un modus operandi que pretenden replicar en los siguientes establecimientos que la cadena vaya abriendo dentro o fuera de Madrid.
De hecho, según ha contado García a esta publicación, Woody Burger & Lobster podría estar muy cerca de tener presencia en el centro de Madrid, donde un potencial franquiciado está buscando una localización.
Salga o no ese local, la apuesta de estos dos socios -que se conocieron en el mundo de la decoración, importando muebles de China antes de la crisis- pasa porque esta nueva enseña cuente con unos cuatro establecimientos antes del próximo verano, cuando se cumplirá un año de la apertura del restaurante de Tres Cantos, y con una docena de franquicias a finales del año que viene.
Una fecha en la que esta firma podría ya haber salido de Madrid y situarse en alguna de las plazas para las que estos empresarios han tenido peticiones. Cataluña, Valencia, y Zaragoza son algunas de las zonas de las que han recibido solicitudes.
Con un ticket medio de entre 15 y 17 euros, esta enseña, especializada en comida canadiense y del noreste de Estados Unidos, requiere, según explica García de una inversión de 75.000 euros para poner en marcha un nuevo local, de un mínimo de 140 metros cuadrados que necesita, según sus cálculos, de cuatro personas para hacerlo funcionar.
Aunque sus socios no se inclinan por locales a pie de calle o por centros comerciales, sí matizan que, en el segundo caso, las franquicias han de situarse en centros comerciales que tengan cines.
Además, debido a su oferta de combinados -espirituosos con refrescos- a 4,50 euros -a 2,25 euros en la hora feliz-, puntualizan que un Woody podría funcionar muy bien en locales urbanos de ciudades de más de 40.000 habitantes.
Centrados en un público jóven o de parejas jóvenes con hijos -los niños menores de siete años no pagan-, García y Muriel pretenden aumentar la parte de comercio -donde venden artículos típicos de Canadá- de su local de Tres Cantos y darle más presencia en los nuevos restaurantes de la firma.
Entre sus nuevos planes figura el de traer a España el Canadá Dry, una bebida de éxito en Canadá, y empezar a trabajar con la embajada del país de las Rocosas para dar a conocer su marca.