Los centros comerciales y los locales a pie de calle de los barrios premium son los más demandados por las riquezas extranjeras que vuelven a ver a España como un país oportunidad en el 'retail'.
El ajuste de las rentas comerciales y los primeros signos de estabilización que presenta nuestra economía, que en los últimos meses se ha ganado, en Europa y en el mundo, la fama de estar haciendo bien los deberes, son dos de los factores que han vuelto a despertar el interés de los inversores internacionales por el retail español.
Un sector que para aquéllos que tienen dinero contante y sonante ahora está barato y, aunque no sea fácil encontrar auténticas gangas, sí presenta oportunidades y perspectivas de rentabilidad a poco que la situación actual mejore.
Entre los activos más demandados por esos inversores foráneos se encuentran los centros comerciales y los locales a pie de calle de las zonas premium de las ciudades, según el último informe de Jones Lang LaSalle.
Un documento que también revela que la mayoría de esos inversores, de carácter oportunista en su mayor parte, buscan activos sólidos y con posibilidades, es decir, necesitados de una inversión destinada a mejoras en la infraestructura comercial y a una gestión activa para reposicionarlos en el mercado.
Además de esos inversores, que son los que más activos están ahora en el mercado español, Jones Lang LaSalle también ha detectado, según se desprende de su informe, una presencia cada vez mayor de los inversores a largo plazo, de carácter core institucional, más selectivos por activos de tipo prime, como los locales a pie de calle situados en las mejores localizaciones y con potencial para ajustar sus rentas al alza.
Es de hecho en estos locales donde según la consultora se está produciendo el mayor número de transacciones en lo que va de año y, especialmente, en este segundo semestre. Un periodo que de seguir con ese ritmo podría provocar que el retail cerrase 2013 con casi un 40 por ciento más de inversiones que las registradas el año pasado.
Buena culpa de esta situación la tienen los niveles de las rentas de los locales comerciales que, debido a la persistencia de la crisis económica y a sus efectos sobre el desempleo y la desconfianza del consumidor, se encuentran más baratas que años anteriores.
En concreto, Jones Lang LaSalle sitúa la renta media en 15 euros al mes por metros cuadrado, lo que en comparación con el año pasado ha supuesto un descenso del 16 por ciento.
De ahí que la consultora sostenga que "los centros comerciales se han ido adaptando a las nuevas condiciones de mercado y han rebajado paulatinamente las rentas para evitar la fuga de operadores e ingresos".
Esta adaptación de las rentas ha sido, según su informe, generalizada para todos los locales, independientemente de su tamaño, aunque siendo, eso sí, más acusada en los locales de entre 51 y 200 metros cuadrados y manteniéndose en rangos similares al 2012 en los locales mayores de 1.500 metros cuadrados.
Por su parte, las rentas prime también han experimentado ajustes más acordes con la situación del mercado del retail, experimentando una mayor caída en los centros comerciales de hasta un 19 por ciento respecto al año pasado y de un 10 por ciento en el caso de parques de medianas superficies.
En un análisis más en profundidad de las tipologías de los centros comerciales, el informe de Jones Lang LaSalle indica que los pequeños, aquéllos cuya superficie bruta alquilable (SBA) no superan los 20.000 metros cuadrados, son los que más afectados se han visto por la desocupación de locales, siguiendo la tendencia iniciada en 2012.
Por el contrario, los centros comerciales de 80.000 metros cuadrados, los denominados como muy grandes, han sido los que menor tasa de desocupación han experimentado.
Eso sí, el informe también puntualiza que una tasa de desocupación muy elevada no sólo supone una pérdida en los ingresos por las rentas de alquiler, sino que puede ser causante de un efecto dominó que reduzca la afluencia y por tanto el valor de los espacios disponibles para explotar.
Afluencia que, según los datos del Índice Experian FootFall, que referencia precisamente la visita media de visitantes a los centros comerciales, ha descendido un 9,2 por ciento durante el mes de agosto, como consecuencia del periodo vacacional del verano, rompiendo la tendencia de incremento registrada en los meses de mayo, junio y julio, cuando se registró un 1,3, un 0,8 y un 13,7 por ciento más, respectivamente, que en los mismos meses de un año antes.
Si a esa mejora de la afluencia a los centros comerciales -derivada del aumento de la confianza del consumidor, más optimista en lo relativo a la reactivación de la economía y con el sentimiento de que lo peor ya ha pasado- se suma la sed de los inversores internacionales que comienzan a recuperar la confianza en nuestro país, no es de extrañar que pese a los seis años de crisis y de atonía consumista, sigan alzándose nuevos complejos comerciales.
Sólo en el primer semestre del año, el documento de la consultora recuerda que seis nuevos centros comerciales se han inaugurado en España, a los que se unirán tres más que completarán los 200.065 metros cuadrados de superficie bruta alquilable previstos para 2013.
Con éstos incluidos, la densidad media de España se situaría en los 352 metros cuadrados por cada 1.000 habitantes, lo que supone un aumento del 0,5 por ciento respecto a 2012.