Mercadona quiere ser el pescadero del barrio

La cadena valenciana que preside Juan Roig apuesta por recuperar la figura del tendero y por una nueva gestión de los productos frescos en la red de los supermercados que tiene en toda España.

Mercadona, el gigante español de la distribución, está ultimando la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión de los productos frescos en sus supermercados, con el objetivo de convertirse en el pescadero, el frutero, el carnicero, el verdulero, el charcutero y el hornero de sus clientes.

Una apuesta en la que empezó a trabajar en 2010 en el sector hortofrutícola y que luego extrapoló en 2011 al sector ganadero y pesquero.

Ahora, sólo dos años después, la cadena valenciana que preside Juan Roig puede presumir de haber pasado de trabajar con 16 cofradías y 1.300 pescadores, a las 70 actuales y las 8.000 personas que trabajan en ellas.

Un aumento que en términos de toneladas significa haber pasado de comprar 700 a 30.500 cada año.

Su vocación de ser el pescadero de sus clientes -a los que en la filosofía de Mercadona se les llama jefes- ha sido de tal envergadura, que la cadena valenciana, que firmó el primer acuerdo en 2011 con las cofradías de pescaderos de Jávea, Denia y Calpe, ya compra en lonjas de todas las comunidades autónomas españolas que tienen costa.

Es más, según han contado a esta publicación fuentes de Mercadona, la cadena utiliza furgonetas para trasladar el pescado desde la lonja a las tiendas -una furgoneta sirve a cuatro tiendas- que están a menos de una hora del mercado. Al resto se les sirve al día siguiente, a primera hora de la mañana, desde el bloque logístico.

Y si la lonja tiene dos subastas -mañana y tarde- las tiendas de Mercadona tienen dos servicios, y uno si la lonja en cuestión sólo tiene uno.

Independientemente de cuál sea el número de esos servicios, Mercadona es siempre en los mercados un comprador más que acude a las subastas del pescado apresado.

Y, aunque mayoritariamente compra a las lonjas el pescado que luego vende en sus tiendas, la compañía también adquiere el de proveedores que tienen barcos propios, como en Canarias y en Galicia, a los que compra toda la producción.

Un modus operandi con el que Mercadona no sólo pretende cambiar la gestión de los productos frescos en sus supermercados y recuperar los oficios de los tenderos, sino reforzar y mantenerse fiel a su máxima de utilizar, siempre que sea viable, materia prima de origen español que potencie el sector primario del país, vertebrador de las economías locales, y contribuya además a hacer posible una cadena agroalimentaria sostenible.

Una cadena que, a juicio del presidente del gigante de la distribución, ha de apostar por unas relaciones entre sus distintos eslabones basadas en la eficacia, la transparencia y la estabilidad.

Eslabones que según Mercadona han de desarrollar un modelo sostenible, en el que ganen todos y en el que todos tengan como objetivo final satisfacer las necesidades de los consumidores.

En este sentido, Juan Roig incidió en Aecoc (Asociación de fabricantes y consumidores) en la gran importancia que tiene consolidar una cadena agroalimentaria sostenible de Mercadona que sea "productiva y rentable para que todos los que la forman -jefes, trabajadores, proveedores, sector primario, sociedad y capital- estén satisfechos. Una cadena que genere orgullo porque contribuya a crear con hechos, las condiciones que pongan las bases del crecimiento presente y futuro de la economía productiva en nuestro país".

De ahí que uniendo esa cadena agroalimentaria sostenible con la iniciativa de contar con un surtido de calidad con productos frescos, Roig sostuviese alto y claro en Aecoc que en Mercadona "tenemos mucho que aprender de nuestros agricultores, ganaderos y pescaderos, visitar asiduamente sus granjas, sus explotaciones y sus lonjas para compartir sus conocimientos con los nuestros, para ser más sostenibles y productivos. Se trata de conseguir la sostenibilidad a través de la productividad entre los que forman la cadena agroalimentaria de Mercadona".

También reconoció en el Congreso de Valencia que a la hora de "reinventar" Mercadona y decidir cómo se tienen que gestionar los productos frescos en los distintos laboratorios de investigación de pescadería, fruta y verdura, horno, carne y charcutería, "ha sido necesario un aprendizaje continuo observando y escuchando lo que el cliente quiere, reconocer los errores cometidos y dedicar mucho esfuerzo a la formación del personal. Nuevamente, nuestros jefes nos han dicho que nos estábamos equivocando", dijo.

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