El grupo prevé crecer un 56 por ciento en dos años gracias a la diversificación de su negocio con enoturismo, vinos sin alcohol y cosméticos, y la entrada en nuevos mercados.
Tras haber apostado por la internacionalización y haberse mantenido fiel en plena crisis a su política de innovación -que ha derivado en el lanzamiento de vinos sin alcohol y cosméticos elaborados a partir de los polifenoles de sus uvas-, el Grupo Matarromera, que acaba de celebrar su XXV aniversario, desafía la atonía consumista y las previsiones económicas al fijarse como objetivo que sus ventas, cifradas en 18,6 millones de euros al cierre de 2012, superen los 29 millones en 2015 y sus exportaciones pasen del 33 por ciento actual al 50 por ciento en los próximos dos años.
Cifras que según explica el presidente del Grupo Matarromera, Carlos Moro, podrían "parecer grandiosas, pero están justificadas en estudios reales e incluso podrían ser conservadoras" teniendo en cuenta el trabajo que el grupo ha hecho en estos últimos años en los que lejos de venirse abajo ha crecido un 43 por ciento.
Y es que desde que estalló la crisis dentro y fuera de España, el grupo Matarromera ha diversificado su portfolio, para poder acceder a una capa más amplia del mercado, ha puesto en marcha el negocio del enoturismo, ha lanzado Esdor, su pata de cosméticos, ha desarrollado el vino sin alcohol, con la vista puesta en los países árabes y se ha hecho un hueco en Estados Unidos, con una oficina comercial, y en China, con una delegación.
Países que junto con México y Filipinas son los mercados en los que el grupo Matarromera ha visto y está viendo crecer sus exportaciones. Ventas y mercados que, a juzgar por las declaraciones de Carlos Moro, darán más de sí. "Hay muchos países en los que podemos hacer mucho más", asegura el presidente de este grupo que, sin embargo, se declara en contra de la exportación masiva.
"Creo en la exportación pero no a toda costa ni a cualquier precio, porque quiero mantener la calidad, la imagen y el precio". De ahí que Moro reconozca que algunas de las previsiones del grupo en el capítulo de las exportaciones no se han cumplido, bien por la delicada situación económica de países como Irlanda, Portugal y Grecia, o por la apuesta a productos más baratos como la que ha protagonizado Alemania en los últimos años.
"Alemania ha ido cayendo porque se ha ido orientando a productos más baratos. No es el lugar para competir ahora porque no queremos competir con precios".
Una filosofía que también aplica para el mercado español, donde según sus cálculos, "desde el punto de vista de las ventas, hay muchas marcas del grupo que están en un 30 por ciento de su potencial real de presencia. Tenemos que completar la red de distribución y hacerlo dentro del encaje de precios", matiza.
Precios que precisamente Grupo Matarromera ha retocado al alza este año, después de haberlos mantenido intactos durante el último lustro. "Después de cinco años sin tocarlos, en los que vinos de menos calidad estaban más caros que nosotros, este año hemos subido los precios, entre un 20 y un 30 por ciento", matiza Moro.
COMPETIR POR CALIDAD
De hecho, Grupo Matarromera ha llevado a cabo esa subida tanto dentro como fuera de España, ya que según su presidente "la demanda de vinos españoles en el extranjero crece y los vinos españoles demuestran que pueden competir por calidad. Tenemos que tomar consciencia de que tenemos buenos vinos cuando vamos al exterior pero también cuando vienen los turistas a España. Por eso, a nivel institucional, toda la diplomacia tiene que estar hablando y propagando todos nuestros productos: vino, jamón, aceite? y luego los empresarios tener confianza en nuestros productos, hacer nuestros deberes y apostar por los países".
Eso es precisamente lo que está haciendo este grupo, que si bien es cierto que ha visto cómo algunas de sus expectativas se han visto frustradas con su gama de vinos sin alcohol por la primavera árabe, también lo es que ha decidido apostar por llevar sus vinos a terrenos hasta ahora por ellos no explorados como a África.
"Estamos empezando a ir, en lugar de a Oriente Medio, a África donde vemos potencial. África es un continente que está saliendo de su letargo y estamos empezando a vender, por ejemplo en Nigeria", explica Moro.
Pese a que la ambición de Grupo Matarromera es llegar a todos los países que sea posible, su presidente no contempla por el momento abrir nuevas filiales como la de Estados Unidos.
"La idea de abrir más oficinas comerciales existe en la mente pero no en la materialización. El crecimiento de las empresas tiene que ir continuado y acompasado con los medios de inversión y con las personas. Además, nosotros somos de aquí y tenemos aquí todo: el desarrollo comercial, el control económico... Yo apuesto por España cien mil por cien y por Castilla y León ocho cientos mil por cien", asegura Carlos Moro, quién también sostiene que en el primer semestre del año, Grupo Matarromera ha facturado un 10 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.
Un resultado que hace prever al grupo que su facturación superará los 20 millones de euros al cierre de este ejercicio, lo que supondría un 20 por ciento más que la del año pasado. Y eso que, según su presidente, "independientemente de lo que digan las estadísticas, estamos en el momento más bajo del consumo".
Razón por la que Moro reclama "más unión. La oferta española está segmentadísima. Hemos avanzado pero hay que pasar a datos y a cifras mucho más importantes. Necesitamos acciones más concretas y más a pie de calle.
Estamos cansados de las grandes ideas, como la de que hay que internacionalizarse. Hay que organizar mejor las ferias, las catas internacionales en las que se diga por ahí vienen los vinos españoles".
De cara al medio plazo, Moro promete que Grupo Matarromera seguirá innovando para sacar nuevos productos, como el vino blanco ecológico que ya ha logrado elaborar, o la gama de hombre en la pata de los cosméticos que ya ha puesto en el mercado, sin descartar hacer algún guiño al mundo gastronómico.