Aztec Money facilita a las empresas liquidez mediante una plataforma donde los inversores compran facturas.
El cerrojazo bancario al crédito y las limitaciones de financiación que golpean especialmente a las pymes han dejado de ser un problema para la industria agroalimentaria española.
Aztec Money, una firma con sede en Irlanda creada por Edwin Hagan-Emmin y Oliver Gabbay, dos ejecutivos con amplía experiencia en el sector financiero, se ha convertido en una seria alternativa a la banca tradicional.
Esta empresa, que ha desembarcado ya en España, ha desarrollado una plataforma que sirve como lugar de confluencia a los intereses de empresas que tienen facturas por cobrar e inversores internacionales -fundamentalmente fondos de inversión, compañías de seguros y organizaciones multilaterales- dispuestos a adquirirlas con un pequeño descuento.
"Los inversores compitan en subasta por la compra de estas facturas en las condiciones elegidas por los vendedores básandose en la calidad crediticia del deudor", asegura Francisco Martínez, máximo responsable de Aztec Money en España.
Según explica, "nuestra compañía gestiona la administración y el pago de las transacciones, minimizando los riesgos y cobrando una comisión de procesamiento sólo en aquellas finalizadas con exito".
La plataforma permite así a fondos de inversión, que no están sujetos a la regulación bancaria, cubrir el hueco dejado por los bancos y financiar este tipo de operaciones mediante acuerdos privados.
Dirigida al sector alimentario, Aztec Money permite así que compañías que tienen problemas de liquidez o que, simplemente, tienen problemas con el pago de las facturas pendientes, puedan disponer del cobro prácticamente al contado.
"Se trata, en definitiva, de acceder a circulante de forma rápida, fácil y segura sin necesidad de recurrir a factoring, préstamos bancarios o créditos documentarios, lo que evita los compromisos a largo plazo, las garantías personales y el análisis del riesgo", asegura Martínez.
Las empresas pueden elegir cómo financiarse, ya que imponen las condiciones de venta -efectivo anticipado y tanto por ciento preferido sobre el valor nominal de la factura- y los inversores deben pujar dentro de estos intervalos. Se trata además de operaciones sencillas en las que no es necesario un análisis previo de riesgo.
De acuerdo con el responsable de Aztec Money en España, "de hecho, el riesgo de impago y de insolvencia es asumido por el inversor institucional que adquiere la factura".
Pero hay además otras ventajas frente a la financiación bancario. Los costes administrativos se reducen, ya que es Aztec Money quien se encarga de la gestión del cobro de las facturas; no se consume riesgo bancaria ni se aparece en el Cirbe (Central de Información de Riesgos del Banco de España) y se mejoran consecuentemente los ratios de liquidez, solvencia y tesorería.