Tal y como avanzara diario elEconomista hace dos semanas y posteriormente el viernes adelantara su edición digital, elEconomista.es el viernes, el gigante norteamericano Philip Morris ha salido en defensa de Altadis. Las dos empresas están negociando una alianza para lanzar una oferta hostil sobre el grupo británico por valor de hasta 40.000 millones de dólares (30.200 millones de euros) y evitar así su desembarco en el capital de la hispano-francesa, según han confirmado fuentes financieras próximas al proceso.
Ayer, el banco de negocios Goldman Sachs emitió ya un informe en el que reconocía la existencia de esa posibilidad. Pero Altadis (ALT.MC) se guarda otro as en la manga y mantiene también abierta la puerta a British American Tobacco (BAT) (BATS.LO) para un operación en el mismo sentido.
Tal y como adelantó elEconomista el pasado 21 de febrero, Philip Morris había contactado hace unas semanas con varios bancos de inversión para conocer la disponibilidad de Altadis a quedarse con parte de los activos de Imperial Tobacco (IMT.LO) en el caso de lanzar una oferta por la misma. El problema es que, consciente de este movimiento, Imperial se le adelantó el jueves y anunció públicamente que prepara una opa sobre Altadis por un total de 11.525 millones de euros, a razón de 45 euros por acción, con lo que ha precipitado los acontecimientos, desatando una revolución sin freno en el mercado.
Capacidad financiera
Hace unos días, en un encuentro con analistas en Estados Unidos, Louis Camilleriel consejero delegado de Altria (MO.NY) -el grupo que integra además de Philip Morris la empresa de alimentación Kraft Foods-, aseguró que "tenemos capacidad financiera suficiente para realizar una gran adquisición", reconociendo, de hecho, que estaba preparando una gran operación a nivel mundial.
Además de consolidar su posición como segunda del ranking, por detrás sólo del monopolio chino, Philip Morris respondería a Japan Tobacco, que dio un golpe de mano el pasado mes de diciembre con la compra de Gallaher por 14.500 millones de euros.
Además de ser la más grande, la dueña de Marlboro es la que tiene mayor capacidad financiera para afrontar una operación de envergadura.
Ese año alcanzará un ebitda (beneficio bruto operativo) de 15.494 millones de dólares y su deuda se elevará a sólo 7.946 millones. Tiene dinero, pero no le faltan tampoco los problemas con las autoridades de defensa de la competencia. Y es ahí, precisamente, donde entra Altadis.
Reparto de activos
La norteamericana necesita buscar un aliado para que se quede con parte de los activos de Imperial Tobacco donde ya no puede crecer más. Es el caso de Alemania, Holanda, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Ucrania y Autralia. Philip Morris ha ofrecido a Altadis que compre, por ejemplo, con la alemana Reestsma.
La dueña de Fortuna y Ducados estudió ya en 2001 la adquisición de esta compañía, que acabó, precisamente, en manos de Imperial. La alianza con PhilipMorris le permitiría devolverle ahora el golpe.
El tiempo corre en contra
Sea cuál sea su movimiento, Philip Morris sabe que su mayor problema es que el tiempo corre en su contra. Imperial Tobacco se le ha adelantado y ha encarecido la operación. Y eso a la espera de que British American Tobacco, dueña de Lucky Strike y segunda del ránking a nivel mundial, mueva ficha. Porque no está dispuesta a quedarse parada.
De hecho, Paul Adams, su consejero delegado, se reunió recientemente con Antonio Vázquez, primer ejecutivo de Altadis, para proponerle una fusión.
Hasta ahora, lo único cierto es que el mercado tabacalero asiste a una nueva revolución como la de 1999, cuando una oferta de Japan Tobacco (JP2914.TK) sobre Reynolds International desató una consolidación con fusiones como la de BAT y Rothmans o Seita y Tabacalera. Los países occidentales han lanzado una ofensiva contra los cigarrillos, el mercado está estancado y las empresas amenazadas por numerosos procesos legales. Y la unión hace la fuerza.